“La cruz, camino de obediencia, no se puede negociar”: Papa Francisco en el Domingo de Ramos

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“La cruz, camino de obediencia, no se puede negociar”: Papa Francisco en el Domingo de Ramos

Foto: Tomada de Internet
El Papa Francisco presidió la celebración Eucarística del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor, este domingo 14 de abril, fecha en la que también se celebra la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud.

Decenas de miles de personas agitaronpalmas y ramas de olivo en la Plaza de San Pedro el domingo, en una conmemoración masiva en la que el Papa Francisco inició la Semana Santa con un llamado a la Iglesia a ser humilde.

El Domingo de Ramos es la festividad con que los cristianos celebran el día en que la Biblia dice que Jesús entró a Jerusalén y fue alabado como mesías, para ser crucificado días después.

Después de una larga procesión en la Plaza de San Pedro, acompañado por decenas de obispos y cardenales, y seguida por lecturas del evangelio, Francisco dijo en su homilía que era importante resistir a la tentación del triunfalismo y ser humildes.

"Alegres aclamaciones a la entrada de Jesús a Jerusalén seguidas de su humillación. Llantos de emoción, seguidos de brutales torturas. Este misterio de dualidades acompaña nuestra entrada a la Semana Santa cada año", dijo.

La Iglesia misma tuvo que resistir el triunfalismo y la mundanalidad espiritual, agregó, llamándolos "la tentación más traicionera que amenaza a la institución.

“El Señor realmente compartió y se regocijó con el pueblo, con los jóvenes que gritaban su nombre aclamándolo como Rey y Mesías… Pero también “el corazón de Cristo está en otro camino, en el camino santo que solo él y el Padre conocen: el que va de la «condición de Dios» a la «condición de esclavo», el camino de la humillación en la obediencia «hasta la muerte, y una muerte de cruz»”, lo dijo el Papa Francisco en su homilía en la Santa Misa del Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor, este 14 de abril, día en el que también se celebra la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud.

Al final de dos horas de servicio religioso, Francisco pidió a la multitud rezar por la paz, particularmente en Tierra Santa y en todo Oriente Medio.

El Domingo de Ramos marca el inicio de la semana más importante para el catolicismo que termina con el Domingo de Resurrección, el momento más relevante del calendario litúrgico cristiano.

El Jueves Santo, Francisco viajará a ciudad de Velletri, en el sur de Roma, para lavar y besar los pies de 12 reclusos en una prisión y conmemorar así el gesto de humildad de Jesús hacia sus apóstoles la noche antes de morir, de acuerdo a la tradición católica.