La colección ‘Eulalio Ferrer’

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La colección ‘Eulalio Ferrer’

La colección ‘Eulalio Ferrer’Comenté la semana antepasada sobre los lectores que se aficionan a El Quijote, hasta volverse adictos a él. Ofrecí al canto algunos ejemplos de personajes muy conocidos. Pero hay muchos más que han caído en esta adicción. Paso previo a otra que luego llegan a tener, no todos por supuesto, pero sí algunos. 

Consiste en coleccionar libros de El Quijote. Excepto la Biblia, no sé de otro título que alcance tal pasión y vehemencia en ser coleccionado. Por algo será.

En éste y los próximos artículos me referiré a coleccionistas particulares de El Quijote, como libro. Porque también los hay de iconografía, es decir, de pinturas, esculturas, artesanías y de todo tipo de objetos alusivos al caballero de la Triste Figura, a Sancho Panza y a Rocinante.

El señor Eulalio Ferrer, nacido en España y naturalizado mexicano a la edad de 28 años (falleció a los 88 en marzo de 2009), fue coleccionista de libros e iconografía de El Quijote. 

A los 18 años vivió una experiencia singular. La tuvo en el invierno de 1939, cuando en una penosa marcha a pie rumbo al exilio luego de concluir la guerra civil española, en la que fue combatiente del lado republicano, un desesperado fumador le canjeó una cajetilla de cigarros por un ejemplar de El Quijote. De ahí nació su incontenible gusto adictivo por la inmortal fábula cervantina.

Pues bien, con su acervo de libros acumulados durante décadas, se formó la biblioteca que lleva su nombre en la ciudad de Guanajuato, que funciona como anexo del Museo Iconográfico del Quijote, nacido también gracias al impulso del señor Ferrer. 

Para la creación de esta biblioteca aportó más de un millar de libros, en general biografías de Cervantes, las obras de éste y de crítica literaria respecto de las mismas. La donación incluyó 175 ejemplares de El Quijote. Con posterioridad se han agregado 64 más, por adquisición y donaciones, para sumar en total 239 ejemplares.

Del fondo inicial de 175 ejemplares, los hay en una docena de idiomas, a saber: español, que suman 152, en inglés 10, así como en francés, italiano, portugués, holandés, checo, latín, japonés, esperanto, quechua y esloveno. 

Estos Quijotes fueron impresos en 14 Países. Naturalmente predominan las ediciones españolas, que ascienden a 122, y siguen las mexicanas con 23. 

Por los siglos en los que fueron publicados, 6 son del XVIII, 17 del XIX, 123 del Siglo XX, 25 ya del XXI y de cuatro no se tiene la referencia de su publicación.

Entre los ejemplares originales del Siglo XVIII se cuentan las dos ediciones,  la de 1780 y la de 1782, publicadas por la Real Academia Española y comentadas por Vicente de los Ríos, así como la edición del mismo siglo anotada por Juan Antonio Pellicer, a las que aquí me he referido. Se tienen también tres audiolibros, dos grabados en España y el otro en Colombia.

“Otros Quijotes” se han agregado al fondo aportado por Ferrer y suman, como ya se dijo, 64 ejemplares. En cuanto a idiomas, se agregan ejemplares en hindi (hindú), árabe, griego y tailandés. Esta sección incluye dos en lenguaje Braille.

Vale la pena señalar que en este mismo acervo de “Otros Quijotes” hay un ejemplar de la magnífica edición impresa en nuestro país en 1842 por Ignacio Cumplido. (Texto elaborado con información amablemente proporcionada por la señorita Diana Espinoza, responsable de la Biblioteca Cervantina “Eulalio Ferrer”). (28)
jagarciav@yahoo.com.mx