La cloaca

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La cloaca

Los antecedentes. Dupla interactuante en la política coahuilteca desde mediados de los 90, el primer y tercer hermano de los Moreira habían establecido un pacto de unidad necesaria para poder avanzar en las catacumbas del poder. 

Funcionario de mediano nivel el primero y agitador magisterial el tercero, lograron el sueño que se habían propuesto: uno u otro ser Gobernador de Coahuila, pero la realidad les favoreció debido al régimen presidencial panista y la muerte del candidato al Gobierno tamaulipeco y, por ende, la nominación del hermano sobreviviente; por lo que el ambiente se terminó dando y tuvimos una versión 2.0 del “moreirato”.

En el sexenio del hoy innombrable, el hermano mayor llevaba mano en los nombramientos y la obra negra. El carácter del mayor hizo trizas a la administración del profesor y acabó por sustituir a los amigos de éste por incondicionales, basó en ellos su plataforma para ir, por un lado, formando cuadros territoriales (Aguillón, Marucha, Riquelme) y, por otro, para hacerse del suficiente haber patrimonial para soportar una campaña (Villarreal, Zamora, Ochoa, Ramos).

En su nuevo Gobierno (por eso digo segunda parte) apuntaló los esquemas de la reposición de la inversión y presentó a la sociedad un tablero de funcionarios que fue sustituyendo a su antojo y estado de ánimo. Fue el gabinete con más rotación que ha existido en la historia de esta entidad.

Los Factores. Durante el transcurso de estos trágicos 60 meses del Gobierno que ha cambiado de las sonrisas a las miserias, los grupos de poder y la nomenclatura local han logrado acomodos fundamentales dentro y fuera del Gobierno.
Los contrasentidos se fueron presentando: excluye a Malalo y Alejandro Gutiérrez, pero incluye a la nieta del General; le da juego al “Negro” Guerrero y después lo echa; juega con los grupos de La Laguna (Fernández Aguirre, Ramos, Cepeda), y en la Región Centro le apuesta a los Ancira y sus designios en el ruedo de los sanguinarios.

Otro elemento es el factor conyugal, quien es una experimentada política que fue ganando espacio. Pronto fue destituyendo personajes, por ejemplo  a Franco, que había sido coordinador de campaña, y a otros personajes masculinos y femeninos en los que descubriera el mínimo dejo de confianza con su esposo, de tal manera que, llegado el momento, el delfín no tuviera competencia alguna.

Las formas. Surgió el momento del destape, sin embargo, éste se hace en contra de la corriente corporativa del PRI, adivinándose la jugada que definirá el juego por el poder en Coahuila.

Al precandidato le van acercando símbolos, caras nuevas, apoyos inexistentes, encuestas favorecedoras a fin de darle confianza y, al final de cuentas, para que cargue con la culpa de la derrota  en un: “te dimos todo y no lo aprovechaste”.
En el ínter, se negocian posiciones con la oposición y se cuida que el Congreso del Estado tenga mayoría priísta y de sus satélites, al tiempo.

Los escenarios. Con la nominación de Anaya por el PAN, los espacios se reducen para el grupo Saltillo; sin embargo, la negociación se centrará en dos diputaciones plurinominales a cambio del necesario apoyo local.

Habrá que ver qué sucede si Memo Anaya voltea a ver a Lenin Pérez y al “Negro” Javier Guerrero. Si la ecuación no se da, podría pensarse en consecuencias: Anaya no quiere ganar y está compitiendo para la derrota, o la otra que en la cúpula de los partidos (PRI y PAN) ya hubieran acordado que Anaya gane teniendo que sacrificar al Estado de México y la necesaria impunidad para Rubén Moreira, que privado de fuero, estará solo; escuchen bien: solo.

Si el pacto ya fue hecho en las alturas, imagino que Riquelme padece estos días de seguidillo, ya que una cosa es lo que dicte su jefe y otra lo que señalen en la Ciudad de México. ¿O apoco se mandan solos? Hay señales que suponen que Rubén está entregando al sacrificio a su delfín. La primera surgió en el prerregistro de Riquelme, en el más puro estilo dinosáurico en una crónica que difiere en el número de congregados (mil 800 a 10 mil). Luego la nominación de Berino, quien en lo particular considero tiene más méritos y militancia que el lagunero. Por último, los “nuevos asesores” del Búfalo. La jugada es casi perfecta: con los del PAN se puede negociar, con los enemigos internos del PRI, Rubén sólo recibirá traiciones. (Si ya lo hizo el hermano, imagínense el que ni pariente es).