En repetidas ocasiones hemos escuchado a los políticos mexicanos hablar sobre el “descontento” social que existe en el país. En muchas más hasta nos han dicho que “ya chole con las quejas” porque no todo está tan mal. Hasta el presidente Enrique Peña Nieto pidió disculpas por los “errores” que cometió por la Casa Blanca. Pero los problemas generados por la violencia en México son reales.

Para generar una mayor conciencia sobre este problema, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos realizó una “campaña turística” alternativa. En el documental Visit Mexico: Un País de impunidad, vemos que detrás de las bellezas naturales hay muchas familias rotas por la violencia.

El documental dirigido por el activista Jesús Robles Maloof y por Nancy Gocher utiliza una estética muy conocida. Ocupan recursos similares a las campañas gubernamentales para fomentar el turismo: tomas hermosas de las playas mexicanas, de la riqueza gastronómica y diversidad cultural. Entre estas tomas se revelan las historias de personas que han sido víctimas de la violencia por parte de instituciones gubernamentales.

Para ello se concentran sólo en tres Estados que se caracterizan por ser importantes para el turismo. Además de sus bellezas naturales y culturales, estos Estados son escenario de tres historias en los que la violencia cambió vidas.

Te dejamos algunos de estos videos, pero si quieres ver más de esta campaña da Click Necesario aquí.

Guerrero: la violencia detrás de la belleza

Durante muchos años las playas de Guerrero fueron el referente en todo el mundo de las playas mexicanas. Hoy la violencia en uno de los destinos turísticos más importantes del País es un enome problema. Pero no para el gobernador Héctor Astudillo. Hace pocos meses un audio reveló que para él es más importante que los medios hablen bien de Acapulco y no de la violencia. Días antes de que se conociera su declaración murieron 10 personas en una semana.

La historia de Joel Hernández López muestra que la violencia no es un negocio exclusivo del crimen organizado. Una corporación policiaca entró a su casa, amenazó con matar a su hija de cuatro años encañonándola y el Gobierno lo culpo de un delito. En su historia, Joel cuenta como “lo desaparecieron” durante 24 horas porque nunca le notificaron a nadie dónde se encontraba.