¡Quién lo hubiera pensado! Saltillo, otrora la ciudad del clima ideal y del ambiente limpio, ahora enfrenta otra amenaza: la mala calidad del aire que respiramos y que puede afectar gravemente la salud.

Hace dos meses el Ayuntamiento anterior informó: “sí andamos muy altos en partículas (…) Son las peores de todas, tú respiras y las partículas se te van hasta los pulmones” (VANGUARDIA, 26-11-17). Estamos en riesgo inminente de acceder a las graves contingencias ambientales que viven nuestros vecinos en Monterrey o en la CDMX, pero ¿por qué? Las advertencias no son de ahora, hace meses se había reportado la calidad del aire por arriba de los 90 puntos Imeca, aunque las autoridades no han emitido alertas ambientales sobre ello, ni la Secretaría de Medio Ambiente o la de Salud se han percatado del problema para dar recomendaciones.

El año antepasado la secretaria de Medio Ambiente, Eglantina Canales, dijo que efectivamente hay problemas porque ha aumentado la densidad de automóviles y que la opción es el uso de transporte alternativo como la bicicleta o caminar. Bueno, creo que la señora Canales no sabe que la ciclovía está inutilizada en gran parte de la ciudad por lo que no es una buena opción, mientras ella debería probar si puede ir caminando desde el centro de la ciudad hasta Mirasierra, pues la cuidad ha crecido enormidades. 

Canales habla de un transporte público eficiente, ese ha sido un sueño de los saltillenses desde el siglo pasado, pero ni los alcaldes priistas ni los panistas han podido meter en cintura al pulpo transportista de la zona conurbada. Manolo Jiménez en su campaña del año pasado redujo su programa a poner en marcha el metrobús el cual no ha dado buenos resultados en algunas de las ciudades en las que se ha establecido, salvo en la CDMX.

Por qué no levantan la vista y piensan en la instalación de un tren eléctrico que vaya desde Ramos Arizpe hasta Derramadero, así se resolverían de tajo varios problemas que de una vez por todas beneficiarían a toda la población de la zona conurbada; ya sé que el problema es el dinero, pero si fueran buenos administradores y dejaran de robar podríamos ser una ciudad de primera, que según la fama ya lo es.

Volviendo a la falta de calidad del aire, desde hace seis años se viene comentando un problema en estas páginas y ahora la administración municipal que inició este mes lo está sufriendo: equipo inservible para la realización de la verificación ambiental, ¿qué hizo Isidro López? 

Hace tres meses la señora Canales informó que la calidad del aire se venía midiendo en Saltillo desde 2016, pero que no había cambios importantes en los niveles de contaminación, lo cual no extraña, si no mejora el transporte urbano y no se cuida que se realice con eficiencia la verificación vehicular ni se eliminan los vehículos de tecnología obsoleta, la calidad del aire difícilmente mejorará.

Curiosamente, en el Atlas de Riesgos de la Ciudad de Saltillo, elaborado en 2015, no se menciona la calidad del aire, lo cual es extraño.

Se sabe que la contaminación del aire provoca muertes prematuras, hospitalizaciones y consultas médicas, aún no hay datos sobre estas consecuencias de la mala calidad del aire, veremos si las autoridades municipales toman ya en serio este asunto 

POSDATA
La elección de rector en la UAdeC pasa a ser un asunto secundario, los resultados son absolutamente predecibles y la simulación también, los hechos denotan el atraso de esta comunidad, la incapacidad de alzar la voz, de protesta y organización de los estudiantes, trabajadores administrativos y maestros. Es lamentable que estando ahí la élite del “saber científico” del estado se presten a la imposición y al dedazo. 

@RosaEstherBeltr