La austeridad y la sinrazón del ‘gasolinazo’

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La austeridad y la sinrazón del ‘gasolinazo’

En la celebración del Día de la Enfermera, prácticamente fueron ignoradas, pues se omitió responder a su demanda de profesionalización y los compromisos incumplidos de basificación y escalafón. El presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Salud, doctor Narro Robles, usaron el foro para pretender justificar, una vez más, el incremento a los precios de las gasolinas argumentando que era la única opción para que no se afectara el gasto social, y en específico, se refirieron al presupuesto al sector salud, pero omitieron el hecho de que antes del “gasolinazo”, el presupuesto presentado por Presidencia y aprobado por el Congreso, recortó más de 10 mil millones de pesos a los recursos de la Secretaría de Salud y se ha incumplido la creación de 23 mil plazas en la SSA y 10 mil en el ISSSTE, de igual manera se encuentra detenida la basificación de 62 mil trabajadores, hechos que afectan severamente el cuidado de la salud de los mexicanos.

Es mentira que se requería aumentar la gasolina para mantener los programas sociales, en los últimos tres años de manera intencional se han venido recortando, derivado de la política económica que ha beneficiado a los grandes empresarios. Es un dato conocido que la Reforma Energética ha llevado a la industria petrolera a operar a 40 por ciento de su capacidad, se desmantelaron las refinarías existentes y no se construyeron las programadas, importando gasolina cuando se podría generar en nuestro país a menor precio. Se están despidiendo a decenas de miles de trabajadores petroleros, atentando contra sus jubilaciones y su contrato colectivo. La reducción del gasto público para la educación, la salud, la vivienda, el medio ambiente y el apoyo a los productores del campo es una consecuencia de la instrumentación de políticas económicas de entrega de la riqueza nacional y en particular de los energéticos, al capital internacional y al puñado de empresarios nacionales antipatriotas.

La caída de las finanzas públicas no puede resolverse incrementando los precios de la gasolina y de los servicios, se deben sanear eliminando los privilegios fiscales de los grandes empresarios; la Secretaría de Hacienda ha señalado que no ingresan cerca de 700 mil millones de pesos y la sangría del pago del servicio de la deuda supera los 500 mil millones de pesos. Recursos que representan seis veces el monto del incremento del costo de los energéticos, y equivale a más de 10 veces los recursos destinados a la Secretaría de Salud.

El aumento al precio de la gasolina es evidencia del fracaso de las reformas neoliberales, en particular la energética como ha sucedido con la reforma a las pensiones. No se ha mejorado la economía de las familias mexicanas, las finanzas públicas se han quebrantado y no han llegado los capitales prometidos para reactivar la economía nacional. El “gasolinazo” se anticipa un año, para asegurar las ganancias de los empresarios que usufructuarán la comercialización, importación y exploración de los productos del petróleo, derivados de la Reforma Energética.

Hoy el Gobierno del PRI y del Pacto por México están logrando unificar a la mayoría de los mexicanos en un amplio movimiento contra el incremento de los precios de los energéticos, por el cambio de modelo económico, la recuperación de la industria petroquímica, aumento salarial de 20 por ciento, apoyo a los productores del campo, respeto a los derechos humanos y juicio a los responsables del desastre nacional que vivimos.
caceps@gmail.com