La amistad, un concepto según cada persona

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La amistad, un concepto según cada persona

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Según el colaborador del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, el “no te fallaré” suele permanecer en el tiempo y se suele idealizar a la amistad.

¿Alguno de tus amigos te dijo la famosa frase de “no te fallaré” cuando eras aún adolescentes? Es posible que hasta tú mismo, ya en la edad adulta, continúes repitiéndola a muchos de tus amigos en determinadas ocasiones. El programa de radio de EFEsalud, “El Bisturí” ha salido a la calle para preguntar a la gente cuánta importancia le da a la amistad en su vida, y nuestro colaborador, Sergio García, ha aclarado los matices que puede haber sobre este término atendiendo a las valoraciones de las distintas personas.

Según el colaborador del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, el “no te fallaré” suele permanecer en el tiempo y se suele idealizar a la amistad.

No hay que caer en este error porque hay que comprender que aunque de pequeños se pasen y pasen horas y horas juntos, se tiene que saber extrapolar la relación conforme a las fases vitales: “No es los mismo la amistad de los 16 años que la de los 30 o los 50”, matiza. 

Según el experto, la amistad y la familia se tienen que situar en niveles distintos. A modo de ejemplo, detalla que muchas personas dicen que a la familia uno no la ha elegido pero a los amigos sí, por lo que con ellos pueden compartir aficiones, ser más naturales y en general, tener una sintonía diferente a la visible con sus familiares. La solución radica en dar “un gran valor” a cada una de las partes.En muchas casos, las personas caen en el error de abusar de sus amigos tanto que les acaban perdiendo para siempre. “Que sea nuestro amigo no significa que debe satisfacer todas o muchas de mis necesidades”, explica.

García señala que, normalmente, se suele acabar utilizando a los amigos como terapeutasa los que se va a llorar por cualquier motivo que se nos pase por la cabeza y a los que pedimos que siempre estén ahí cuando pasemos por malos momentos.

También hay veces que se abusa de las cualidades de los amigos y no se les valora como debe: ¿Quién no tiene un amigo informático y acude a él para que le arregle el ordenador gratuitamente? Con esta acción ya se está cometiendo un abuso de sus facetas y habilidades. Una forma de valorarle sería capitalizando esa ayuda que nos ha aportado.

Sergio García subraya que este tipo de casos se da mucho en los artistas: “Acaban regalando cuadros a sus amigos y no saben que desde ese momento están devaluando su obra al no llevarla al mercado”.

Desde el punto de vista del psicólogo, es muy posible que la mayoría de las amistades surjan cuando comienzan las pequeñas confidencias personales. Cuando hacemos esto tenemos que “saber elegir bien” a quién se las hacemos para en un futuro no sentirnos defraudados.

Este es uno de los motivos por los que muchas personas pueden llamar a todo su círculo de amistades, amigos mientras que otras son más selectivas.