La 4ta Transformación. Crisis, inflación y programas sociales

Usted está aquí

La 4ta Transformación. Crisis, inflación y programas sociales

Lo que se está viviendo en México es algo inédito en la historia contemporánea: es la primera vez en 36 años que el paradigma neoliberal se está apoyando en los sectores más vulnerables de la población.

Es también la primera vez en la historia del país que se anunció un plan de rescate económico (por la próxima crisis) en la que no se prioriza la clase empresarial, si no a la clase baja. Por ello, la palabra rescate nos dejó traumas en el periodo neoliberal, y la tenemos tan impregnada en nuestro imaginario colectivo, que cuando la escuchamos lo proyectamos inmediatamente: el rescate a las grandes multinacionales y trasnacionales que operan en este país, y nos olvidamos del grueso de la población.

El plan económico ligado al eje rector de la política económica de este gobierno es otorgar trasferencias gubernamentales o programas sociales a los sectores populares para incentivar el consumo, con más de 15 millones de beneficiarios de esos programas con una derrama económica de 500 mil millones es decir 1.5% respecto al PIB nacional de lo que va de este gobierno.

Debido a los estragos de la crisis de salud por el COVID19 en la economía nacional, el presidente declaró que en 9 meses se busca aumentar a 22 millones de beneficiarios y creará 2 millones de empleos para amortiguar los efectos de la crisis económica, además, agregó que se otorgarán 3 millones de créditos de 25 mil pesos cada uno (que representa un total de 7 5 mil millones de pesos). De igual forma, El banco de México (BAXICO) anunció a finales de abril que otorgará un crédito en el mes de mayo 750 mil millones de pesos a las MiPymes que se disponen en la banca comercial para la reactivación económica.

Un claro ejemplo de la derrama económica empleada por los programas sociales con los efectos de la cuarentena es Walmart México, quien anunció que tuvo ganancias extraordinarias por su venta en línea con un aumento del 12.9% en el primer trimestre del año en comparación con el mismo periodo de un año antes. 

Inmediatamente a los economistas les surgió la interrogante: ¿qué sucederá con la inflación? Banxico disminuyó la tasa de interés de referencia situándose en 6%.

La "teoría económica ortodoxa" en sus postulados "irrefutables" plantea como mecanismo de contención inflacionaria el alza de la tasa de interés para que los empresarios decidan ahorrar en vez de invertir para aminorar la masa monetaría y reducir el nivel de circulación del dinero en la población, sin embargo, la realidad es otra en México.

El mecanismo para mantener baja inflación en un rango menor del 3% por el alto grado de liquidez, circulando en los mercados por las trasferencias gubernamentales o “programas sociales”, es el primer fenómeno que impacta en el corto plazo para mantener la inflación moderada como efecto del cost push inflation, que es el descenso de la inflación de costos.

El efecto mundial de la abrumadora disminución del precio del barril petrolero a niveles históricos tiene como consecuencia la reducción del precio de venta de sus derivados y que sirven para la transportación de mercancías, además que es un cobro integrado al fijar en el precio de venta y se considera un gasto de circulación de capital, no obstante, el fenómeno petrolero externa a la economía nacional a generar incertidumbre en el mercado.

Por otro parte, un instrumento poco ortodoxo, acuñado con lo expuesto anteriormente, es la reducción de la tasa de interés para amortiguar la tasa de apalancamiento que tienen los empresarios que solicitaron un crédito por pagar, resultado de la disminución de la inflación de costos para que la rentabilidad sea mayor que la tasa de interés de las deudas. Era una precuela en la economía mexicana que, cuando aumentaba en años anteriores la tasa de interés de referencia, directamente se reflejaba en el precio de venta de las mercancías en lo inmediato por un desequilibrio inflacionario y por la reducción de la rentabilidad del capital, debido a que aumentaba el interés del apalancamiento solicitado en los bancos comerciales o instituciones financieras mientras se ajusta el costo de producción y asimila la nueva tasa de apalancamiento de los bancos a los empresarios por fijar un precio establecido de venta de las mercancías.

Ahora bien, la apuesta económica por el presidente de incentivar el consumo y, por ende, la demanda agregada en las familias mexicanas de los sectores bajos de la población como síntesis en un efecto multiplicador de la economía donde el aumento del consumo familiar reactive la inversión legitimando un postulado clásico keynesiano: la demanda crea su propia oferta, negando el postulado máximo de la teoría neoclásica en economía la oferta crea su propia demanda, aunque estos postulados anteriores al contraponerse entre si no son absolutos.

En la realidad existe una relación dialéctica entre las fuerzas productivas que se contradicen entre sí, naturalmente entran en crisis, y solo se pueden prolongar a llegar y contrarrestar su magnitud de impacto por una serie de políticas económicas y fiscales para que los estragos de la crisis sean del menor impacto posible.