Hay quienes dicen que cuando Kurt Cobain se suicidó, junto con él falleció la música. Y es que para muchos fanáticos del grupo Nirvana la noticia de su muerte fue como un duro golpe a la industria musical tras la cadena de éxitos que había logrado Kurt, quien en su muerte tenía 27 años, y la famosa banda estadounidense de grunge y rock alternativo. 

La música de Nirvana generó un revuelo en la década de los noventas. Prueba de ello son las cifras del álbum Nevermind, que vendió más de 30 millones de ejemplares. 

De acuerdo a una publicación de El País sobre la vida de Kurt, quien fuera su esposa, Courtney Love, habló de la obsesión que Cobain tenía por el éxito:

“Existe el mito de que Kurt no quería triunfar. Y una mierda. Se dejó la piel para formar la banda adecuada y le encantó quitarle el número uno a Michael Jackson, pero nunca fue capaz de disfrutarlo porque ese circo nos quitó a nuestra hija”. 

Lo cierto es que la vida de Kurt se vio afectada por el consumo de drogas. Incluso, su esposa admitió que durante su embarazo llegó a consumir heroína. Este hecho provocó que los servicios sociales le retiraran a la pareja la custodia de su hija. Ante esto, Cobain habría amenazado a la discografía con abandonar Nirvana si no le ayudaban a solucionar la situación de su hija. 

Aunque a simple vista pareciera que Love fue quien habría guiado a Kurt al mundo de las drogas, pero en una entrevista para Rolling Stone, el vocalista de Nirvana explicó que empezó a inyectarse heroína dos años antes de casarse.

En esa misma entrevista Kurt reveló que padecía de un dolor crónico en el estómago y que por cinco años había vivido con la idea diaria de querer suicidarse e incluso lo habría intentado en varias ocasiones. 

Por otro lado, la relación con el grupo ya no era la misma de antes e incluso se había convertido en una carga. En una entrevista para MTV, Courtney Love dijo que días antes de fallecer, Kurt le había comentado que odiaba tocar con ellos. 

Para 1993, días después de haber recuperado la custodia de su hija, Kurt sufrió una sobredosis. El hecho se repetiría varias veces más durante los meses siguientes. Ante la amenaza de no volver a ver a su hija, el cantante ingresó a un centro de desintoxicación en Los Ángeles, en 1994 pero dejó el lugar dos días después. 

Lo que se cuenta que ocurrió entre los días en que Kurt salió del centro y se le encontró muerto en su casa de Seattle son sólo rumores. 

Lo cierto es que el 5 de abril de 1994 Kurt Cobain, de 27 años, se dio un tiro en la cabeza con una escopeta en su casa. Un electricista lo encontró tres días después junto con una nota de suicidio. 

Según se sabe, en aquella carta Kurt explicaba que ya no sentía ilusión por la música y no era capaz de comprender por qué. 

La mítica portada

Se dice que Kurt era de los personajes que aprovechaba ocasión para mostrar su descontento por algún tema. Una de esas ocasiones quedó plasmada en una portada de la revista Rolling Stone, en la que se le ve portar una camiseta con la leyenda “las revistas corporativas siguen siendo una mierda”.