¿Kilitos de más por la cuarentena? Adelgaza con la regla 80/20

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¿Kilitos de más por la cuarentena? Adelgaza con la regla 80/20

Variedad. Los nutriólogos aseguran que una dieta equilibrada no extrema es la mejor forma de estar saludable y ser feliz.EFE
Ingerir alimentos saludables, y complementarlos con una alimentación libre, puede ser una opción para perder esos kilos ganados en la cuarentena

MADRID.- En materia de adelgazamiento los milagros no existen, y aquellas dietas que prometen bajar de peso rápidamente tienen unos efectos que nos devuelve pronto a la realidad y, en algunos casos, desequilibrios nutricionales que pueden afectar nuestra salud.

“Día tras día aparecen en el mercado nuevas dietas de este tipo, que un elevado porcentaje de población reconoce haber probado, y, a veces, más de una de ellas”, según Noelia Suárez, directora de comunicación de Nutritienda (www.nutritienda.com).

“Pueden ser dietas muy diferentes entre sí, pero todas se caracterizan por ser muy bajas en calorías, desequilibradas y, en algunos casos, peligrosas para la salud”, advierte.

“Cuando finaliza el régimen es probable que se vuelva a engordar, porque no se ha aprendido a comer correctamente, y después de haber ingerido muy pocas calorías durante un tiempo, el organismo sufre un efecto “rebote” metabólico, que hace que se recupere el peso perdido al volver a la alimentación habitual”, según Suárez.

“Las “dietas milagro” más frecuentes proponen ingerir 500 kilocalorías (kcal) o menos al día, se basan en el consumo de un tipo de alimento, se limitan a un solo grupo nutricional o excluyen a una determina familia de alimentos”, apunta. 

TIEMPOS DE ‘MILAGROS’

“El auge de la consultas a los nutricionistas, pero también de estas “soluciones milagro” poco efectivas e incluso perjudiciales para la salud, aumenta en dos épocas del año”, según Suárez.

Esto sucede  “en enero, después de las golosas fiestas navideñas, y/o en primavera, justo con la llegada del buen tiempo, cuando vemos aproximarse el momento de lucir un estupendo cuerpo para el verano”, señala esta portavoz.

“Normalmente el exceso de comida durante largos periodos (dos semanas en el caso de las Navidades) condiciona la búsqueda repentina de un recurso que ayude a compensar esos “errores o deslices gastronómicos”, y muchas personas encuentran esa “solución milagro” en las dietas hipocalóricas”, señala. 

Otros momentos en los que se extiende el uso de este tipo de dietas son las situaciones personales en las que se busca perder con urgencia unos cuantos kilos en pocos días y casi sin esfuerzo, debido a un evento como una boda, a una situación en la que el cuerpo ha cambiado como un ‘postparto’ o etapas de ansiedad que nos han hecho engordar,  de acuerdo a Suárez.

“Sin embargo, haciendo una dieta equilibrada, flexible y “con cabeza”, se puede adelgazar sin recurrir a soluciones milagrosas”, señalan Andrea Báguena y Andrea Hernangómez, nutricionistas del equipo de alimentación de Nutritienda.

SALUDABLE Y FLEXIBLE

Para ello recomiendan basarse en la regla 80/20 y seguir una serie de pautas de alimentación saludable. 

La regla 80/20 consiste en centrar el 80% de la alimentación en comidas y alimentos saludables, sin excluir ningún grupo alimenticio y basándonos en alimentos con un alto valor nutricional, y dedicando el 20 % restante a una alimentación que no sea extremadamente restrictiva e incluya alimentos “antes excluidos” como hamburguesas y pizzas. “La clave del 20% es elegir la opción con mejor valor nutricional siempre y, cuando al final del día, no se sobrepasen los requerimientos energéticos”, recomiendan estas nutricionistas.

“Para ello tenemos que conocer nuestros requerimientos energéticos y existen infinidad de webs y ‘apps’ con herramientas para efectuar ese cálculo”, según explican.

“También es importante no martirizarse: si la mayor parte del tiempo nuestra alimentación es saludable, no debemos considerar a una porción de pizza como un desliz por el que tenemos que castigarnos, ya que una sola comida no marca la diferencia. El equilibrio emocional también importa”, destacan.

Báguena y Hernangómez consideran que las dietas demasiado restrictivas, estrictas y monótonas “generan una menor adherencia a medio y largo plazo y se termina perdiendo el camino recorrido, porque el cambio de estilo de vida y las pautas extremadamente definidas que requieren, son una fuente de estrés”.