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Kike Conejo, un amante de los videojuegos
Kike Conejo, animador de los Saraperos de Saltillo, tiene muchas peculiaridades: es bailarín, divertido, muy creativo y, sobre todo, una de las mejores mascotas de la Liga Mexicana de Beisbol. Sin embargo, tiene una afición que pocos conocen, pues es un coleccionista y amante de los videojuegos.
Diecinueve consolas y un par de juegos portátiles, desde las primeras hasta lo más actual, forman parte de la colección que Kike Conejo tiene en su casa, además de una infinidad de “cartuchos” para cada una de ellas.
Todo comenzó en la infancia de Carlos Omar Montoya Bernal, quien le da vida a Kike Conejo desde hace 21 años cuando la Familia Ley lo trajo de Sinaloa a la capital de Coahuila, pues tomar el mando del Atari, propiedad de sus primos, lo enamoró de los videojuegos.
“Me acuerdo mucho de que jugábamos Pacman, podíamos pasar horas ahí”, comentó.
No faltó en su niñez acudir a salas de videojuegos, donde podía jugar en las Arcades sus títulos favoritos. Quizá alguna vez fue víctima de la “chancla” por tardarse en llevar las tortillas y hasta le robaron una bicicleta por estar jugando.
Desde pequeño trabajó junto a su padre como animador infantil y lo ganado en esos eventos lo reunió para comprarse su primera consola, el Nes (Nintendo Entertaimen System).
Después vino el Súper Nintendo, pero fue hace aproximadamente 10 años cuando decidió formar una colección que poco a poco ha ido creciendo.
“Comencé a comprar más consolas como el Atari, el Sega, Play Station, Xbox… Ahora son mis favoritas, porque los juegos son más para grandes”, platicó.
Como un verdadero cazador de tesoros, es en los mercados sobre ruedas donde Kike Conejo busca cassettes y se ha topado con verdaderas joyas.
“Me gusta mucho Saltillo porque hay muchos tianguis, mercaditos, con puestos de videojuegos; ahí es donde encuentras cosas muy padres. Los de Nes son los que más me han emocionado encontrar y sobre todo cuando están en buenas condiciones”.
Sagas como Mario Bros y Zelda se encuentran entre sus favoritas, pero el Battletoads es su juego predilecto debido a su dificultad y la nostalgia que le genera.
Aunque nunca se ha puesto a pensar sobre el valor monetario que significa su colección, lo que sí ha notado es el gusto de su hijo por adentrarse en los videojuegos, especialmente los de 8 y 16 bits, “los pixeleados”.
“A mi hijo le ha gustado mucho. Los primeros juegos, quizá por su sencillez, son los que más le llaman la atención.
“Los juegos más sencillos son los más adictivos, por ejemplo, el Pacman; no necesitan de mucho para ser un éxito, juegos tan sencillos que se vuelve clásicos. Eso es lo padre”.
Aunque el tiempo lo utiliza en muchas actividades, de vez en cuando se da la oportunidad de prender alguna de sus consolas y pasar un rato jugando. Lo complicado es decidir qué.
“Se me hace muy difícil, porque cuando me encariño con algún título le doy hasta terminarlo. Con tanto juego es difícil por la variedad de géneros. Me gustan mucho los juegos de aventura”, compartió.
Entre la lista de tesoros que aún le quedan por ‘cazar’ están algunas variedades del Atari y en especial el Intellivision. No pierde esperanza de que algún día formen parte de su gran colección.
Esta faceta de Kike Conejo es muy particular, pues deja ver el niño que sigue viviendo en Carlos Montoya, esa que transmite al personaje que nos anima en cada partido de beisbol en el Parque Madero, así como en la labor social que junto a la organización saltillense realiza para llevar alegría a escuelas, hospitales, albergues y muchos otros lugares.
VOTA X KIKE
Kike Conejo participa en la Final del Campeonato de Mascotas de la LMB frente a Pepe Perico, ayúdalo con tu voto a través del Facebook y Twitter de la LMB y los Saraperos de Saltillo.