El actor Kevin Hart conducirá por vez primera la ceremonia de los Premios Oscar el próximo 24 de febrero en el Dolby Theatre de Los Ángeles, aseguró el propio comediante en su cuenta de Instagram, al compartir una fotografía con un mensaje que decía: “me aseguraré de hacer de este año un Oscar especial”.

Pero el turbio pasado del comediante regresó para perseguirlo, pues un par de críticos de cine destacaron que una parte polémica de la vida pública del actor podría no darle a la ceremonia la imagen que están tan desesperadamente buscando para conseguir un empujón a sus números de ratings sobre todo por algunas de las películas.

Fueron los críticos Erik Anderson de Awards Watch y Peter Bradshaw de The Guardian quienes recordaron un chiste del comediante sobre la posibilidad de corregir el “comportamiento homosexual” de su hijo y que ha admitido, en su libro “Can’t Make This Up”, que llegó a confrontaciones físicas con su exesposa Torrei Hart.

"Considerando cuántos de los fans del Oscar son mujeres y hombres homosexuales, es interesante que la Academia contratara a un sujeto que golpeó a una esposa, engañó a otra mientras estaba embarazada de ocho meses y ha dicho que uno de sus peores miedos es que su hijo crezca siendo gay", afirmó el tuit.

"Y el Óscar para el presentador más homofóbico es para...", mencionó.

Las dos últimas ceremonias del Oscar fueron presentadas por Jimmy Kimmel, aunque con una audiencia floja cada año y un récord de 26.5 millones de espectadores en la emisión de marzo pasado.

La Academia, prometió que el programa será menor a tres horas, y anunció un cambio: no todos los premios en las 24 categorías del Oscar se revelarán en vivo. En su lugar, se anunciarán de seis a ocho categorías ante el público en el Dolby Theatre de Hollywood durante las pausas comerciales, y los extractos editados de las aceptaciones se emitirán más adelante en la transmisión.