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Kendall Jenner: “¿Qué mujer me inspira? Mi padre”
En ese curioso (y nada fácil) universo de adolescentes famosas a las que el mundo ha visto crecer existen dos ligas diametralmente opuestas. Está la de Miley Cyrus y Britney Spears, esa en la que se pasa de niña a mujer dinamitándolo todo y sin frenos; provocando al personal y sin ganas de disculparse por liberarse de la pubertad de esa forma tan catártica. En el polo opuesto están las chicas a lo Emma Watson o Amandla Stenberg. Niñas del cine que se han hecho adultas con ganas de aprovechar su notoriedad para dar ejemplo y ser un modelo a seguir. Chavalas que apenas pasan de la veintena pero que asombran con sus discursos sobre igualdad, sus visitas a la ONU o de charla con Malala. Son tan listas que a veces ni parecen humanas, pero ahí están, conviviendo con las Mileys y las Britneys, que tampoco tienen un pelo de tontas y son igual de necesarias para equilibrar la balanza universal.
Kendall Jenner (Calabasas, 1995) no está en ninguna de esas dos ligas. Ni quiere estarlo. Ella, la adolescente más influyente del planeta en 2015 según la revista Time, sabe que esos 47,5 millones de seguidores que atesora en Instagram en realidad son un negocio muy pero que muy rentable. Esta morena espigada y de piel de porcelana no tira de escándalos, citas inspiracionales ni alegatos contra el Photoshop en sus actualizaciones. Sus redes son una extensión de su negocio. Le viene de familia. Para los que estén enarcando la ceja y preguntándose (inexplicablemente) Kendall, ¿quién?, Kendall Jenner es de las pequeñas del clan Kardashian. Ese que marca el tempo de los medios de comunicación soft.
Nació siendo hija de Bruce Jenner, un medallista olímpico que ganó el decatlón para Estados Unidos en los juegos de 1976 y que ahora es una súper estrella global por su cambio de sexo a mujer y convertirse en Caitlyn Jenner, adalid de la causa transgénero. Su madre es Kris Jenner, una azafata de vuelo que se casó con el abogado de O. J. Simpson, Robert Kardashian, antes de conocer a Bruce Jenner (ahora Caitlyn) y volver a pasar por el altar. Todo este juego de sillas implica que Kendall y su hermana pequeña, Kylie, son hermanas de Kim, Khloé y Kourtney Kardashian.Ella forma parte de esa tribu que ha hecho de lavar los trapos sucios familiares todo un negocio televisivo en el reality Las Kardashian. El programa lleva la friolera de 11 temporadas en antena, tiempo en el que los telespectadores han podido comprobar cómo una de las benjaminas de la tribu pasaba de niña tímida a supermodelo, jefa de las pasarelas (Chanel, Givenchy, Marc Jacobs o Victoria’s Secret, entre otros grandes nombres) y de las campañas millonarias (Esteé Lauder, Calvin Klein, Balmain o H&M).
La última en ficharla ha sido Mango, que ha dado un golpe de efecto al reclutarla como imagen de Tribal Spirit, la primera tendencia de su nueva estrategia comercial. Ayer revolucionó Barcelona cuando apareció en la flamante flagship de la firma en las Ramblas, pero unas horas antes de dejarse ver charlando animadamente con Andrés Velencoso y otros asistentes a la fiesta, nos recibió con algo de jet lag para una entrevista exprés de 10 minutos. Tiempo que su agente ha estipulado para los pocos medios que pueden entrevistarla. Se prohíben de antemano las referencias a su familia y a su vida privada. “Es la primera vez que estoy en Barcelona. De España sólo conocía Ibiza, pero no he podido ver mucho porque he aprovechado para dormir en el hotel”, avanza extremadamente educada y profesional.
Esto es lo que da de sí una charla fugaz (y cronometrada) con la instamodel del momento.
La revista Time te ha elegido como la adolescente más influyente del planeta. ¿Te has planteado alguna vez las posibles cargas de responsabilidad social que atañe ese título?
Intento no pensar demasiado en eso. Quiero ser yo misma y que la gente sea como quiera ser. No quiero que la gente me imite o intente copiarme. ¿Respeto totalmente ese título? Sí, por supuesto, pero también quiero vivir mi vida como me dé la gana y no quiero preocuparme de lo que el resto de la gente piense sobre ello. ¿Sabes lo que te quiero decir? Básicamente vivo para mí, no para el resto del mundo.
¿Cómo lidia una chica de 20 años con toda la exhaustiva presión de los medios de comunicación y los tabloides?
Intento que no me afecte. No entiendo por qué la gente quiere poner tanta energía sobre tu vida y analizarla al milímetro, cuando además la mayoría de veces lo hace de forma negativa. Intento alejarme todo lo que puedo de esta lupa. De hecho, siempre he sido la más reservada respecto a mi vida privada de toda mi familia.
Tú última campaña con Calvin Klein ha sido de lo más comentada por su alto contenido erótico. ¿Te sientes cómoda vendiendo este ideal sexualizado que tan bien funciona en los medios?
Mi meta nunca ha sido ser la más sexy o la más provocativa. Empecé mi carrera de una forma mucho más tranquila, pero hay que tener en cuenta que es un campaña de ropa interior y obviamente tiene que tener algo de voltaje sexual, aunque no creo que siempre se tenga que vender o se venda ese ideal femenino en la moda.
¿Te consideras feminista?
(Piensa unos segundos antes de contestar) No sé lo suficiente ni he leído lo suficiente sobre el tema como para decirte si soy feminista o no. Lo que sí puedo decirte es que soy muy del ‘women power’ (poder femenino). Creo que las mujeres son más fuertes y poderosas que los hombres, pero no puedo decirte más sobre el tema porque no sé nada más.
¿Qué mujeres te inspiran?
Mi madre, mi padre y mis hermanas. Muchísimas, de hecho. Soy una chica afortunada, crecí rodeada de mujeres y he aprendido de ellas que son fuertes e independientes con sus carreras. No todas las mujeres pueden decir: “Eh, mira, soy la jefaza de mi relación, tengo mi trabajo, soy independiente, puedo comprarme mi propio coche y mi propia casa”.
Muchos ignoran que también eres escritora. Hace dos años firmaste, junto a tu hermana Kylie, Rebel, city of Indra, una novela de ciencia ficción sobre dos superheroínas. (La novela ha sido el único bluf económico de las Jenner, que sí comparten éxitos con su propia colección de ropa asequible –Kendall&Kylie–, también lanzaron su gama de esmaltes para Opi –por la que cobraron más de 80.000 euros– y una colección de complementos y zapatos para Steve Madden) ¿Por qué una novela distópica para estrenarse en el mundo editorial?
Perdona, ¿puedes repetir la pregunta ? ¿dis.. cómo?
Sí , distópica, de ciencia ficción. La gente se extrañó al ver que os lanzábais con este género.
Queríamos hacer algo diferente, algo que no se esperaba, desafíar los límites de lo que pensaban que podíamos hacer. Todo el mundo creía que si escribíamos un libro lo haríamos hablando sobre nosotras mismas. ¡Ni siquiera hemos vivido la vida como para escribir sobre nosotras!
Cuando la promocionasteis contásteis que os habíais inspirado en las novelas de Philip K. Dick. ¿Cuál es tu novela favorita?
Philip, ¿qué? ¿puedes repetir, por favor?
Sí, Philip K. Dick, el escritor.
Ah, sí. Me encanta, claro.
¿Cuál es tu historia favorita de él y por la que os inspirastéis?
(Silencio. Sonríe y su agente urge a la siguiente pregunta)
¿Qué libro recomendarías a nuestros lectores?
(Vuelve a quedarse pensativa unos segundos) Si soy honesta te diré que no soy una lectora voraz. Me gusta leer las cosas interesantes, de las que pueda aprender algo. Cosas de la cultura popular y modernas, ¿sabes? Mira, está ¿Qué les pasa a los hombres? Este libro me encanta. Para mí esto es algo interesante, algo de lo que puedo aprender y que además es divertido.
Te has involucrado políticamente para animar a los millenials a votar en estas presidenciales. De hecho, te vestiste de sufragista en la campaña Rock the vote. ¿Por qué crees que es tan importante que la gente joven vote?
Somos una nueva generación, vivimos nuevos tiempos. Es importante educarse y saber lo que pasa en nuestro país. Es importante porque somos el futuro.
¿Crees que EE UU está listo para tener una mujer presidiendo el país?
Oh, sí, totalmente. ¿No sería maravilloso?
Y así termina nuestra charla rápida. Se adivina que la pequeña de las Kardashian (después de Kylie) es una veinteañera educada y honesta –queda claro que no quiere jugar ningún papel– y, aunque asegura vivir una vida de locos con tanta promoción, confiesa aislarse de tanto ajetreo promocional en las habitaciones de hotel. ¿Qué hace allí? Pues marcarse un #netflixandchill, como todo hijo de vecino. “Estoy enganchadísima a Making a murderer ahora mismo, ¿la has visto? Por trabajo me he quedado encallada a mitad de temporada. Es totalmente increíble ¡No me cuentes nada, por favor!”.
Por Noelia Ramírez / El País