CIUDAD DE MÉXICO.- Como productor y como actor, Eugenio Derbez reconoce que la idea de explorar la historia de un personaje como El Chapo Guzmán es atractiva para cualquiera, hasta para él, pero reconoce, él no habría viajado hasta Sinaloa como lo hizo la actriz Kate del Castillo para reunirse con el personaje, por motivos de seguridad.

“El hecho de ir hasta allá, hasta donde fue ella a encontrarse personalmente con él, fue peligroso y eso sí hay que valorarlo. No estoy seguro de que yo lo hubiera hecho pero la oportunidad por supuesto que sí, sí te interesa; ahí el error fue la asesoría que le dieron, quizá no debió haber ido pero quizá también era la única condición para que le dieran eso (la entrevista), ya es cuestión de cada quién”, dijo.

Durante su visita a la ciudad de México como padrino del Perrotón, Eugenio no señaló o criticó a la actriz, trató de entenderla pues además la conoce desde hace tiempo.

“Es una mujer que no tiene ninguna mala intención ni ninguna cosa ligada con el narcotráfico. No sabemos su historia, ella ya la contará personalmente pero yo de verdad la aprecio mucho y me duele que la estén ensuciando tanto”, expresó el cómico.

Recalcó que el problema es que la situación no ha sido bien manejada.

“Yo conozco a Kate muy bien y es una persona íntegra, con muchos pantalones, muy entrona y que seguramente cuando vio la oportunidad de hacer algo diferente y le ofrecieron la oportunidad de hacer esta película acerca de la vida de El Chapo se animó. Quizá estuvo mal asesorada, es un tema muy complicado y difícil, pero lo que sí te puedo decir es que es una buena mujer, es un buen ser humano y yo creo que lo único que pasó es que tuvo una mala asesoría”.

Desde hace tiempo que el trabajo y la búsqueda de un espacio habitable llevaron a Derbez a mudarse a Estados Unidos y ese cambio de vida fue drástico porque la inseguridad sobre la que se vive el día a día en el país tienen efectos serios.

“Me di cuenta que vivía en una mecánica de miedo que no era normal, para mí ya era cotidiano ir espejeando, ir viendo que nadie se me acercara; cuando voy a algún mercado me meto las manos en la cartera vigilando que no me la vayan a volar y me doy cuenta que traigo unos vicios de México y es muy triste. Ahora que regreso y que veo que las cosas siguen igual me da mucha pena, me da mucha tristeza porque yo amo mi país, porque yo quiero regresar y cada que puedo lo hago pero es muy triste darme cuenta que allá sí puedo caminar y aquí no”.

Una de las cosas que más disfruta el histrión de su cambio de residencia es poder caminar tranquilamente con su hija Aitana y con Fiona y no lo dice por el miedo a ser reconocido, sino por el de ser asaltado. “Estar lejos me ayuda a tener una perspectiva desde fuera en la cual me da mucha tristeza cómo está el país”.

Otra cosa que disfruta en Los Ángeles es que su trabajo, al igual que el de muchos latinos que trabajan allá, sea finalmente reconocido y las fronteras entre actores/productores latinos y estadounidense vaya desapareciendo, hecho con el que él también ha contribuído de manera positiva. El Universal