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Kate Beckinsale, actuando y luchando contra el sexismo en Hollywood
Volviendo al mismo Hotel Fairmont Royal donde había filmado 20 años atrás con John Cusack la comedia romántica “Serendipity”, Kate Beckinsale aceptó una entrevista mucho más moderna, para hablar de su verdadero rol de madre, en contraste con la época de sus comienzos y el mundo mucho más actual de los medios sociales como Instagram, donde la siguen nada menos que 4 millones de fans, en comparación con el universo de Twitter que parece haber abandonado por completo.
Estuve buscando si tu cuenta de Twitter es tan divertida como la de Instagram, pero la última foto que subiste a Twitter es de Noviembre del 2016 ¿Qué pasó? “No la uso. Tengo la cuenta de Instagram y me ocupo por ese lado. Pero no puedo ocuparme de Twitter también. Necesito vivir mi vida. No puedo con todo”.
Por lo que vi, te siguen más de 2 millones de fans, pero en tu caso no sigues más de 500, ¿quién es el más divertido de esa lista? “¿A quién sigo? Mi Dios, sigo a mis amigos y no sé, gente graciosa. Una de mis favoritas se llama Celeste Barber. Deberías seguirla. Es una comediante Australiana que hace lo suyo. Es genial seguirla, me lo vas a agradecer. Miranda Kerr también tiene ‘posteos’ increíbles que hace ella misma. Es muy graciosa”.
Kathrin Romany Beckinsale nació el 6 de Julio de 1973, en Londres, como la única hija de los actores británicos Richard Beckinsale y Judy Loe. Apenas tenía 5 años cuando el padre falleció de un ataque al corazón y a partir de los 9 creció al lado de su padrastro, el director Roy Battersby. La decisión por ser actriz resultó muy fácil cuando se dio cuenta que sus padres parecían mucho más felices en su trabajo que los padres de sus amigas. Y casi había cumplido los 18 cuando debutó en televisión, con un pequeño personaje. También tuvo su noviazgo famoso con Michael Sheen, después de haberse conocido en la producción de teatro “The Seagull”, en 1995. Juntos llegaron a grabar un libro de audio, con las voces del clásico de “Romeo y Julieta”, con un amor que se reflejó en la realidad, con la hija Lily que tuvieron en 1999 (aunque nunca se casaron).
En el 2000, ella volvió al cine, cuando ya había nacido su hija, con la película “The Golden Bowl”, pero conoció la fama gracias a la superproducción de “Pearl Harbor”, con Ben Affleck y Josh Hartnett. Con John Cusack siguió el camino de las comedias románticas con “Serendipity” y el cine independiente de “Laurel Canyon” con Christian Bale, aunque se volvió en una experta en el género de acción con las superproducciones “Underworld” y “Van Helsing” (en la época en que también se separó de Michael Sheen). También disfrutó el estilo de cine del Oscar cuando interpretó a Ava Gardner en “The Aviator” de Martin Scorsese. Incluso fue miembro del jurado del Festival de Cannes cuando Tim Burton fue presidente, en el 2010.
Y en el 2016 estrenó en el Festival de Sundance la comedia romántica “Love & Friendship”, con el camino perfecto que la llevó hasta el Festival Internacional de Cine de Toronto, para estrenar la película “Farming”, sobre una mujer que dedicó su vida a ser madre de hijos que no son suyos. Tentada por la nueva moda de Hollywood de filmar series de TV también protagonizó “The Widow”, sobre una viuda que trata de buscar la verdad sobre la desaparición de su esposo. Y con Adrien Brody, volverá al cine con “El Tonto” sobre la historia de una celebridad que puede llegar a perderlo todo, por un ‘tonto’ amor.
¿Y teniendo padres actores, cómo fue tu crianza en medio del mundo del espectáculo? “Por un tiempo yo creía que todos los padres eran actores. En la niñez, todo te parece normal. Creo que me di cuenta cuando falleció mi padre, porque él era muy joven y mucha gente se sentía muy cerca de él. Es un sentimiento muy extraño vivirlo tan joven. Y más allá de ser actores, yo sentí que aquel trabajo era lo más normal”.
¿Cuáles eran tus preocupaciones a su edad? ¿Alguna vez sufriste algún tipo de acoso en la escuela, con el clásico ‘bullying’? “Sí, todos los que somos actores, en algún momento de nuestras vidas, hemos experimentado algún tipo de bullying”.
Paul McCartney también dijo hace poco, que en su época, en la escuela había maestros que les pegaban con una regla en las manos, en Gran Bretaña ¿Te pasó alguna vez? “¿Qué alguien me pegue? No, pero tuve una maestra que alguna vez me dijo ‘Espero que te violen por usar un vestido tan corto’. Yo tenía apenas 13 años. Y era una maestra, una mujer. Cero que le conté a mi madre. Pero bueno, son esa clase de cosas que si las dicen hoy, inmediatamente la despiden, con total justicia”.
¿Y habiendo crecido en Londres nunca te cruzaste con los grupos racistas ‘Skinhead’ tan famosos? “Sí, pánico total”.
¿Todos les tenían miedo? “Sí, sí, porque no tenían límites. No solo eran racistas, les pegaban a cualquiera. Nadie estaba seguro de nadie, aunque eras más vulnerable si tu piel no era blanca”.
¿Y hoy en día cuando se te acerca de pronto mucha gente, no te asusta? “Si estoy sola, a veces, sí. Si estoy con otras personas, me siento mucho más segura”.
KATE BECKINSALE UNA GRAN VOZ:
Hace unos días, Kate tuvo que defender su honor en Instagram por publicar una fotografía posando en bikini. Algunos usuarios descargaron su odio en diversos comentarios.
La respuesta de Beckinsale fue sorprendente. "No te conozco y no sé qué te ha hecho pensar que cuando eres mayor no tienes ningún valor y que tampoco puedes ser atractiva o sexy, o tener una relación con tu cuerpo que no es de odio hacia ti mismo pero de, una mujer a otra, te diría que no te dejes convencer por todo ese ruido”.
Kate también ha sido criticada por salir con hombres mucho más jóvenes que ella, pero ella sabe responder. En una entrevista con la Revista Women’s Health, habló sin tapujos de su noviazgo con el cómico de 26 años, Pete Davidson , exprometido de Ariana Grande.
“Siento que ser una mujer mayor de 32 años que no tiene miedo a divertirse es un acto político. Y con divertirse no me refiero a salir de fiesta, consumir drogas y beber, porque nunca lo he hecho; sino a negarte a salir por ahí en lugar de quedarte en casa esperando a que te llegue la menopausia mientras haces ganchillo. Me parecería ridículo no hacerlo ”, explica la británica.