Hace unas semanas escribí sobre la responsabilidad que tenemos por cuidar a nuestras mascotas y que de una u otra forma son nuestro reflejo, pues al ser nuestra responsabilidad en ellas se muestra el cuidado y amor que tenemos. 

Me cuesta mucho ver noticias de maltrato animal, no difundo fotografías ni videos, prefiero promover su cuidado y tomar conciencia de los múltiples factores que provocan esta problemática. Pero el viernes, al abrir las redes sociales empezó a correr automáticamente un video donde sin mesura, ni remordimiento un hombre golpeaba a una perrita, mientras sus sobrinos y los vecinos veían. La mató. ¿Cuánto odio puede tener en su alma para hacer esto?

Gracias a la denuncia de la gente y siguiendo el procedimiento adecuado, con peritaje y autopsia a la perrita, fue detenido el responsable y puesto a disposición del Ministerio Público y al parecer ya se encuentra en el centro penitenciario varonil. Las publicaciones en internet clamaban justicia y expresaban gran indignación por esta situación, no es para menos. Sólo que la única diferencia entre este caso y los otros miles (sí, me atrevo a decir miles) fue la posibilidad de exponerlo públicamente, gracias a lo cual también hubo pronta respuesta. 

Ya hay bastante evidencia que a gritos reclama atención en este tema, hace poco el ataque de un pitbull a un joven que murió, al parecer lo utilizaban para peleas, no se difundió información de forma clara y no ha sido el único caso. Sólo basta con ver las publicaciones de redes sociales para contabilizar cientos de perros y gatos maltratados, en situación de calle, abandonados, lastimados, atropellados, otros con dueño y casa, pero en situaciones indignantes.

Hay una parte que le corresponde al Gobierno, como en este caso impartir justicia y velar por el cumplimiento de la Ley, pero otra nos corresponde a los ciudadanos en calidad de humanos, seres pensantes y sociales: evitar el maltrato y sufrimiento animal. Los perros y gatos son seres que sienten el dolor y tienen necesidades fisiológicas y afectivas, son una responsabilidad grande. 

Vuelvo a mencionar algunas de las acciones que se necesitan para el diseño de una política pública coercitiva y el fortalecimiento de las leyes y su aplicación para regular y reducir el maltrato animal:

•Diseñar un programa para control efectivo de perros en situación de calle, articulado con las diversas instituciones y con los rescatistas voluntarios y asociaciones. 

•Prohibición total y absoluta de cruza de perros por particulares 

•Estricta regulación de venta de perros en veterinarias y prohibición total de venta por particulares. 

•Todo perro que se venda en veterinarias deberá estar esterilizado obligatoriamente. 

•Registro obligatorio de mascotas, sí, así como registras tu vehículo o casa para vigilar que de verdad lo cuidas. 

•Campaña intensiva y efectiva para promoción de adopción y esterilización 

•Multas o cárcel para el maltrato y descuido animal.

•Crear un albergue municipal que funja como centro de rescate y adopción, no sólo como matadero. 

•Creación de una unidad de atención específica para rescate y seguimiento de maltrato animal. 

•Creación de un programa de coordinación con rescatistas, voluntarios y servicio social para atención de albergue.

Sigue faltando tanto por avanzar como sociedad, es indignante ver por las calles tanto sufrimiento y tanta indiferencia, tantos sacrificios semanalmente y tan pocas acciones y compromiso profundo para que esto cambie. Lo que esté en tus manos por mejorar esta situación, hazlo y promueve el respeto y en tu círculo social más cercano. 

RECONEXIÓN NATURAL
Gabriela De Valle