Para Jürgen Klopp la experiencia de vivir una final de la Liga de Campeones no es nueva, aunque sus vivencias se cuenten como dos grandes decepciones: la derrota del Borussia Dortmund ante el Bayern de Múnich en 2013, y la del año pasado al frente del Liverpool con el Real Madrid. 

En el caso de Mauricio Pochettino todo lo que le toque vivir en el estadio Metropolitano de Madrid el 1 de junio es nuevo para él y para su equipo, el Tottenham, en la primera final de esta competiciones en su historia.

Tanto el alemán como el argentino ocupan un lugar destacado en esta final, la segunda que disputan dos clubes ingleses, la primera ganada en la tanda de penaltis por el Manchester United al Chelsea en 2008.  

“Muchos dicen que va a ser un duelo táctico con Kloop, pero la parte emocional es la que va a determinar quién ganará, es la clave”, explicó Mauricio Pochettino en entrevista al programa de radio “El Partidazo”, de la Cadena COPE. 

“Nosotros no les vamos a sorprender ni ellos a nosotros, nos hemos enfrentado muchísimas veces. En nuestras individualidades va a estar la clave”, confirmó el argentino.

Desde 2013, con diversos entrenadores, ambos equipos se han enfrentado en 14 ocasiones, con nueve victorias para los de Liverpool, cuatro empates y una victoria para los “Spurs”.  

Por lo que respecta a esta temporada, los “reds”  vencieron en los dos partidos que disputaron, en los que se dió el mismo resultado, 2-1.

Datos que apuntan a un favoritismo del Liverpool que el técnico del Tottenham no elude. 

“Lo entiendo como parte del fútbol. Fue finalista, ha peleado la Premier League y además ha invertido mucho dinero en verano. Necesitaba un portero y pagó 70 millones -de libras esterlinas- (88,8 millones de dólares) por uno; necesitaba un central y pagó otros 70 millones por Van Dick; necesitaba un medio y fichó a Fabinho….el plan del Liverpool era tratar de ganar la Champions y la Premier”, explicó en la entrevista con la Cope.

“El plan del Tottenham era ver si podíamos hacer la mejor temporada de nuestra historia, pero no había ninguna ambición. Tuvimos mucho mérito en eliminar al Manchester City y al Ajax de Holanda”, añadió.

DOS FUTBOLISTAS CON GRAN RECORRIDO EN LOS BANQUILLOS

Mauricio Pochettino (Murphy, Argentina, 47 años) fue un contundente defensa central que defendió las camisetas de Newell Old Boys, Espanyol de Barcelona, PSG y Girondins de Burdeos, además de la selección argentina. Por su parte, Jurgen Klopp (Stuttgart, Alemania, 51 años) no pasó de una discreta carrera como centrocampista en equipos de menor nivel, como el Mainz 05. 

Ambos saben explotar al máximo las habilidades de sus futbolistas. En el caso del argentino exprimió el talento del inglés Harry Kane y del danés Erikssen, mientras que el alemán sacó lo mejor del egipcio Salah, del senegalés Mané y del brasiñelo Firmino, su gran tridente ofensivo.

Pochettino sentencia que “una final se gana, no se juega” y considera que su equipo quizás sea "más flexible" en su dibujo que un Liverpool, que "desde la llegada de Klopp (en 2015) siempre mantiene su estructura de juego", afirmó. 

"Nos vamos a enfrentar a un Liverpool que basa su principal arma en las transiciones y la velocidad arriba de Mané y Salah, con Firmino que sabe asociarse y generar espacios. Su estructura defensiva, además, es muy firme y tiene centrocampistas que le dan gran solidez al juego", analizó el técnico argentino a su rival en su participación en el Bilbao International Football Summit (BIFS'19) el pasado 23 de mayo.

Pochettino habla con calma, pensando su discurso e intentando no sobrepasar las expectativas. 

Klopp es más efervescente y pasional. Al alemán le gusta hablar mucho y de cerca con cada uno de sus jugadores, abrazarlos en las victorias y protegerlos en las derrotas, aunque quienes le conocen saben de su fuerte carácter. 

“El año pasado caímos, así que teníamos que volver. No nos podíamos quedar así. Los chicos querían crear su propia historia, es un nuevo capítulo”, explicó tras derrotar al F.C. Barcelona con remontada incluida y conseguir el pase a su segunda final consecutiva.

Es la novena que disputa el Liverpool, que buscará en el estadio del Atlético de Madrid su sexta corona, para situarse tercero en el historial continental, por detrás del Real Madrid (13 títulos) y Milán (con 7).

Klopp llegó al banquillo del Liverpool en 2015 tras brillar en el Borusia Dortmund en su país. Pochettino entrenó al Espanyol de Barcelona y Southampton antes de dirigir al Tottenham, en 2014. 

Entre ambos hay muchas semejanzas tanto a nivel futbolistico como personal. El alemán, que mide 1.91 metros de estatura, está casado con Ulla Sandrock y son padres de dos hijos. 

El argentino, algo más bajo, 1.82 metros, también tiene dos hijos, Sebastiano –que forma parte del equipo técnico de su padre- y Maurizio, fruto de la relación con su compatriota Karina Grippaldi.

Ambos crecieron junto a sus equipos y consiguieron algo que en Inglaterra es muy valorado: son los verdugos de Pep Guardiola en los dos últimos intentos del entrenador del Manchester City de ganar la Liga de Campeones, aunque el catalán ha acabado ganando la Premier en ambas temporadas. 

El futuro de ambos entrenadores pasa por la final de Madrid. 

“No quiero morir en un banquillo”, declaró el alemán sobre su etapa como entrenador. 

Por su parte, Pochettino aseguró: “no me atravo a soñar a largo plazo”. 

Klopp-Pochettino, Pochettino-Klopp, dos estilos y un mismo objetivo. El 1 de junio el desenlace… .

• DESTACADOS:

* Tanto el alemán como el argentino ocupan un lugar destacado en esta final. Klopp afronta su tercer intento en ganar esta competición; para Pochettino es su primera oportunidad.

* Ambos han sabido explotar al máximo las habilidades de sus futbolistas. En el caso del argentino ha exprimido el talento del inglés Harry Kane y del danés Erikssen, mientras que el alemán ha sacado lo mejor del egipcio Salah, del senegalés Mané y del brasileño Firmino, su gran tridente ofensivo.

* Pochettino habla con calma, pensando su discurso e intentando no sobrepasar las expectitvas. Klopp es más efervescente y pasional. Al alemán le gusta hablar mucho y de cerca con cada uno de sus jugadores, abrazarlos en las victorias y protegerlos en las derrotas.

Por Juan A. Medina EFE/Reportajes