El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, presentó hoy un paquete de medidas que prevé cuantiosas inversiones para reactivar la economía y promesas de mejorar la seguridad, entre otras cosas, con el objetivo de sacar a la Unión Europea (UE) de su profundad "crisis existencial".

Juncker presentó hoy numerosos proyectos concretos, que van desde wifi gratuito en los centros de las grandes ciudades europeas hasta planes de ayuda a África, durante su discurso sobre el estado de la UE ante la Eurocámara en Estrasburgo.

El discurso, que se considera de especial relevancia porque indica las directrices para el próximo año, se produce además pocos días antes del cumbre de la UE el viernes en Bratislava sin la presencia de Reino Unido, con el objetivo de aumentar la cohesión y la popularidad de una Unión que se dirige al "Brexit".

Al respecto, Juncker destacó que Reino Unido no tendrá un acceso ilimitado al mercado de la UE, como pretende, si no permite a otros europeos entrar en su territorio libremente.

"Sólo aquellos que se sienten ligados a la libre circulación de personas y de trabajadores pueden tener acceso sin restricciones al mercado interno. No habrá un mercado interno a la carta", aseguró el presidente del Ejecutivo europeo, recibiendo una gran ovación.

La UE y Reino Unido tienen que mantener una relación "amigable", dijo el político luxemburgués, que señaló que la gente de fuera de Europa se pregunta si el "Brexit" marcará el inicio del fin del bloque.

El anuncio del abandono de Londres agravó lo que Juncker denominó una "crisis existencial" en la UE, aunque sólo en parte. A ella contribuyó también la continua disputa sobre la política de asilo y la política económica. "La Unión europea no está en su mejor forma", aseguró.

Para mejorar la coyuntura y crear empleo, Juncker abogó por doblar su programa de inversión lanzado en 2014: en lugar de los 315,000 millones de euros en tres años, el nuevo Plan Juncker debe ahora aumentarse a 500,000 millones antes de 2020 y 630,000 millones hasta 2022.

Sin embargo, no está claro por el momento, cómo se va a financiar la ampliación del programa y cómo reunir los 21,000 millones que se pretende que aporte el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas. Serán necesarios más recursos del presupuesto de la UE, así como de los países miembros, señaló Juncker. El plan está basado sobre todo en inversiones privadas.

Juncker quiere también impulsar la digitalización mediante la ampliación de Internet de rápida velocidad 5G en toda Europa antes de 2015, lo que podría crear hasta dos millones de empleos adicionales. También pretende ofrecer conexión gratuita en las plazas públicas en los centros de las ciudades hasta 2020.

Juncker considera que el motor de todo es la creación de empleo y a ese respecto consideró que el controvertido tratado de libre comercio con Canadá, el CETA, es el "mejor y más avanzado" que la UE haya cerrado nunca. Por eso descartó una renegocación posterior al respecto, dijo sin dar detalles.

El acuerdo, que prevé eliminar el 98 por ciento de los aranceles entre Canadá y los países miembros -y considerado una muestra del acuerdo que Bruselas negocia también con Estados Unidos, el TTIP- ha sido criticado. Los opositores argumentan que los acuerdos de libre comerció tienden a beneficiar a las grandes multinacionales, a expensas de los consumidores y de los empleos locales.

Juncker hizo también un llamamiento a ratificar rápidamente el acuerdo del clima de París, para no quedar en ridículo.

Ante la inseguridad de muchos europeos tras la crisis de refugiados, Juncker llamó también a una rápida creación de una protección costera y fronteriza común. En concreto, se prevé que a partir de octubre 200 funcionarios adicionales de Europa ayuden a Bulgaria en la protección de su frontera con Turquía.

Además, al igual que ocurre con Estados Unidos, quienes viajen a Europa deben registrarse con anterioridad para que puedan compararse sus datos con las bases de datos de terroristas que, según Juncker, deben unirse para facilitar el intercambio de información.

Además, Juncker quiere fortalecer la política exterior y, en concreto, lanzar una iniciativa concreta para Siria. Además, un plan de inversiones para África y otras regiones de origen deben movilizar al menos 44.000 millones de euros para combatir las causas de la huida de los migrantes y refugiados.

Juncker apoya además planes para mejorar la cooperación en defensa con un cuartel común de la UE para misiones militares y civiles.

Durante el discurso, diputados de las principales facciones -el conservador Partido Popular Europeo y los socialdemócrats- se mostraron también preocupados por el estado de la Unión y, en principio, saludaron sus propuestas. La populista francesa Marine Le Pen, líder del Frente Popular, opinó sin embargo que el discurso de Juncker fue una oración fúnebre por la UE.

El fondo de inversión de la UE dirigido a hacer crecer Europa

El Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE) es uno de los proyectos de prestigio del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

El fondo debe poner en marcha entre 2015 y 2018 proyectos de inversión viables por un monto de unos 315,000 millones de euros (353,000 millones de dólares).

Sin embargo, este fondo no funciona igual de bien en todos los países. El Ejecutivo de la Unión Europea (UE) ahora ha propuesto ampliar los medios.

FONDO: El fondo contiene garantías por valor de 21,000 millones de euros, de los que 16,000 millones proceden del presupuesto de la UE y 5,000 millones del Banco Europeo de Inversiones (BEI). El fondo debe impulsar inversiones por 315,000 millones de euros, en gran parte procedentes de medios privados.

Ahora, Juncker propone duplicar el volumen y la duración del fondo: en seis años, debe impulsar inversiones por un monto de 630,000 millones de euros. Además, se facilitará la presentación de solicitudes.

PROYECTOS: Se fomentarán inversiones, por ejemplo, en la red de banda ancha o la eléctrica, así como en infraestructura vial.

DIFICULTADES: En Malta y en Chipre no hay hasta ahora proyectos fomentados a través del fondo.

España y Portugal, que aún sufren las consecuencias de la crisis económica, hasta ahora se benefician menos del plan en comparación con otros países, pero para el futuro apuestan por el FEIE.

El ministro portugués de Infraestructuras, Pedro Margues, dijo ya hace algún tiempo que su Gobierno quiere presentar a Bruselas, entre otros, un proyecto por unos 160 millones de euros para la modernización de la línea ferroviaria, descuidada desde hace muchos años, que une Lisboa con la ciudad costera de Cascais. Por su parte, España no ha presentado "casi ningún proyecto", escribió el periódico "El País" en un reciente balance.

Grecia, por su parte, ha presentado numerosos proyectos, por ejemplo para la ampliación de red de carreteras. Sin embargo, fuentes del Gobierno explicaron que el problema aquí es que el Estado o las empresas privadas deben implicarse in situ. Sin embargo, ninguna de las partes tienen el dinero necesario y los bancos no conceden créditos.