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Juicio por robo y filtración de documentos reinicia el Vaticano
El Vaticano. Los tribunales del Estado Vaticano reiniciaron este lunes las audiencias del juicio por el robo y filtración a la prensa de documentos reservados sobre la reforma económica interna, que tiene cinco imputados, entre ellos dos periodistas.
Luego de casi tres meses de receso para la realización de pericias técnicas, el clérigo español Lucio Angel Vallejo-Balda, la relacionista pública francesca Immacolata Chaouqui y los comunicadores Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, se enfrentarán a los jueces pontificios. Con ellos el secretario de Vallejo, Luca Maio.
Tras una audiencia preliminar, llevada a cabo el sábado pasado, se volverá a los debates en el aula del tribunal, ubicada en el corazón de los Jardines Vaticanos, la tarde de este lunes y la mañana del martes 15 de marzo.
Mientras, la Santa Sede informó que Vallejo Balda, exsecretario de una comisión interna nombrada por el Papa para orientar la reforma a las estructuras económicas vaticanas, volvió a ser recluido en una cámara de seguridad tras violar el régimen de arresto domiciliar que se le había concedido.
“(El clérigo) volvió a prisión acusado de violar la prohibición de comunicarse con el exterior”, indicó una nota vaticana, sin dar mayores detalles.
Según trascendió, el sacerdote –quien se encontraba hospedado en un departamento del Palacio de los Penitenciarios, ubicado dentro del Vaticano- logró hacerse de un teléfono celular que escondía dentro de un libro hueco.
Con ese aparato comenzó a mantener una intensa comunicación, no sólo telefónica sino también de mensajería con diversas personas, tanto en Italia como en España.
Esto fue descubierto por los agentes de la Gendarmería Vaticana, provocando su regreso al estado de reclusión por “intento de contaminar las pruebas”.
Vallejo Balda, acusado de ser “el cuervo” responsable de filtrar a la prensa documentos confidenciales del proceso interno de reforma económica al Vaticano, fue detenido a fines de octubre pasado en la localidad italiana de Prato.
Desde ese momento y hasta el 22 de diciembre permaneció en una celda del cuartel general de la Gendarmería Vaticana, después se le concedió el arresto domiciliario.
Los informes confidenciales constituyeron la base de los libros “Via Crucis” de Nuzzi y “Avaricia” de Fittipaldi, que salieron a la venta casi contemporáneamente en mayo de 2015 sacando a la luz malos manejos y despilfarros en la economía vaticana.
En la legislación civil del Estado Vaticano el robo y la difusión de documentos confidenciales es considerado un delito que puede alcanzar hasta ocho años de prisión.