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Juan Collado, el intocable se derrumbó ante el juez
La detención se cumplimentó en un restaurante de lomas de Chapultepec… Cuando Juan Collado terminaba una reunión con el líder del sindicato de Pemex, Carlos Romero Deschamps y dos hombres más, al menos nueve agentes de la Agencia de Investigación Criminal de la FGR lo esperaban en la puerta.
Un total de 14 páginas daban razón de la orden de aprehensión girada el sábado 6 de julio, en donde se le vinculaba junto con cuatro personas más, con presuntos delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Escoltado, Collado se subió a la camioneta de la AIC rumbo a la Subdelegación de la FGR en Azcapotzalco en donde se le realizaría una revisión médica; el diagnostico de entrada señalaba arritmia cardiaca e hipertensión arterial.
Pero nada de ello superó los señalamientos por delitos cometidos a través de la creación de una presunta empresa fantasma en Querétaro y Nuevo León, así como simular la venta de un terreno en Querétaro por un total de 156 millones de pesos, en el que posteriormente se construyó la zona comercial Centro sur.
Dentro de la indagatoria se integraron sospechas que señalan la construcción de las empresas: Operadora Inmobiliaria del Centro y Libertad Sociedad Financiera, conocidas como Caja libertad, que se utilizaron para simular operaciones financieras y blanquear recursos.
La revista PROCESO dentro de su publicación señala: “Así fue la detención del intocable, firmada por patricia Dávila y Rodrigo Vera, describe el momento justo en que Juan Collado escuchó ante el juez sobre su participación en una “organización delincuencial” en donde también participaban los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto, pues al escuchar los nombres de los “involucrados”, Collado se recargó en la silla con muecas de sorpresa, incredulidad, y signos de lo que su cardiólogo llamó: “un cuadro de sudoración, angina de pecho por sus altos niveles de colesterol y triglicéridos”.
Los cinco abogados que tomaron el caso de Collado, incluido su hermano, insistieron en llevarlo a revisión al hospital, por lo que el juez señaló que daría su veredicto más rápido para permitir la atención médica.
“Dictar prisión preventiva oficiosa dañará la imagen de mi cliente y no queremos eso”, insistió el abogado Javier López, quien temía que su cliente visitara el hospital en calidad de detenido.
“No estamos aquí para cuidar la imagen del imputado, sino para desarrollar la audiencia y pedir prisión preventiva oficiosa”, insistió el Ministerio Público; todo justo minutos antes de que el juez dictara auto de vinculación a proceso con prisión preventiva oficiosa al “intocable”, quien esa noche fue internado en el Reclusorio Norte.
Con información de Proceso