Cuando solicitaron una ambulancia para tratar de salvar la vida de Saúl, sus familiares se dieron cuenta que cada minuto contaba, llevándolo ellos mismos hasta la Cruz Roja, donde llegó ya sin vida. 

Pese a los esfuerzos que realizó el personal médico de la humanitaria institución, Saúl David López, de 25 años, había dejado de existir en el camino de su hogar, en la colonia Universidad Pueblo, hasta el hospital. 

Cerca de las 07:15 horas de ayer, los familiares de Saúl fueron a despertarlo, extrañados de que el joven aún no se hubiera puesto en pie para prepararse e ir a trabajar, descubriendo con horror que ya no respiraba. 

Lo movieron para ver si reaccionaba pero este yacía inerte en su habitación, por lo que llamaron a los números de la Cruz Roja para solicitar una ambulancia, pero los minutos de espera les parecieron eternos. 

Es por ello que decidieron llevar por sus propios medios a la víctimas hasta la sala de urgencias de la Cruz Roja, ubicado en el Centro Metropolitano, donde apenas ingresó y recibió maniobras de reanimación que fueron inútiles. 

De acuerdo con los padres del joven, aprovechó las fiestas navideñas para pasársela de fiesta, donde ingirió una cantidad inmoderada de alcohol, lo que probablemente le hizo tener una congestión alcohólica que acabó con él mientras dormía. 

Los médicos no tuvieron nada que hacer más que avisar a las autoridades ministeriales para que acudieran a tomar conocimiento del deceso, lo que sucedió hasta dos horas después del reporte. 

Los agentes de la Unidad de Investigación de Homicidios de la PGJE tardaron más en llegar al lugar que en lo que certificaron la muerte de Saúl y ordenaron su cuerpo al Semefo para realizar la necropsia.