El torero español José Tomás no estuvo a la altura de la Plaza México, y no logró convencer a la afición mexicana, después de no cumplir con las expectativas en el 'mano a mano' con el mexicano Joselito Adame. 

Una auténtica romería, con terrible tráfico vehicular y un ambiente taurino como hace mucho tiempo no se sentía, rodeó desde temprana hora los alrededores de la Plaza México para un histórico "mano a mano" dominical.

Miles de personas a pie, en automóviles o como podían, acudieron desde temprana hora al coso de Insurgentes, en espera de poder presenciar esta histórica corrida entre el madrileño José Tomás y el aguascalentense Joselito Adame.

Un gran dispositivo de seguridad rodeó también los principales accesos al inmueble taurino, que celebra la Temporada Grande 2015-16 de su 70 aniversario, con la finalidad de evitar cualquier tipo de disturbio y garantizar el buen ambiente.

Un minúsculo grupo de personas, de los llamados “antitaurinos”, también hicieron acto de presencia para lanzar ofensas verbales a los aficionados a la fiesta brava, a quienes les gritaban todo tipo de improperios, como "asesinos" y "dementes", entre otras más.

Custodiados por policías antimotines, el pequeño grupo de protesta, cuyos integrantes iban disfrazados y con máscaras para ocultar su rostro, no se cansó en ofender a cada persona que pasaba cerca, aunque la situación no pasó a mayores.

Dentro de este ambiente, de un típico domingo taurino, no podían faltar los revendedores, que pese al dispositivo de seguridad, ofrecían sus pocos boletos a los aficionados, quienes en su gran mayoría, ya llevaban sus respectivas entradas.

Con tal de no perder su inversión, algunos de los revendedores ofrecían boletos de la zona general a costos hasta cierto punto "razonables", los cuales oscilaban entre los 250 y 500 pesos.

De esta forma, la Monumental Plaza de Toros México se vistió de gala para recibir hoy a más de 42 mil aficionados que llenaron de "bote en bote" el recinto más grande del mundo, para ver este histórico "mano a mano" entre José Tomás y Joselito Adame.