Jorge Chávez Dartnell, una historia de altura

Usted está aquí

Jorge Chávez Dartnell, una historia de altura

Quizá no te suene conocido el nombre de este personaje, pero lo que sí estoy seguro que recuerdas, son las veces que lograste ascender a alturas que nunca te imaginaste, por lo que has logrado conseguir en tu vida, gracias a tu esfuerzo y a las ganas que le echaste, cuando tuviste sueños, y los conseguiste.

Esta historia me ha servido para ilustrar mis cursos de motivación.  Sigue leyendo, porque está interesante lo que vas a descubrir.

Deja que te platique de este maravilloso y joven personaje.  Nació en París, pero desde pequeño sus padres le inculcaron el amor a la patria lejana.  Y aunque nunca llegó a conocerla, siempre la añoró y la amó profundamente.

Fue hijo de padres peruanos que migraron a Francia, después de la guerra del Pacífico.  Él, banquero, Manuel Gaspar Chávez Moreyra, y ella, María Rosa Ramona Dartnell Guisse, nieta del Almirante Martín Guisse, británico veterano de Trafalgar y fundador de la Marina de Guerra del Perú.

En su natal París, estudió en dos liceos, llegando a ser campeón inter-escolar de distintas disciplinas de atletismo.  Tras concluir sus estudios escolares primarios, asistió a la Escuela de Electricidad y Mecánica Industrial para graduarse como Ingeniero en 1910.

Practicó profesionalmente el futbol y el rugby, y otros deportes como aficionado, el ciclismo, el automovilismo y el tiro.

Chávez Dartnell, estudió asimismo, en la escuela de aviación establecida por Maurice y Henri Farman, quienes habían construido varios modelos de aviones.

Se graduó como aviador civil a los 21 años, y en las alas de su avión tenía pintado, en letras de molde, el nombre de su querida patria de sus ancestros, Perú; y en su tienda de campaña, siempre flameaba la bandera roji-blanca.

Su primer vuelo lo realizó el 28 de febrero de 1910 sobre el cielo de Reims, logrando mantenerse en el aire durante una hora y 42 minutos.  Luego, participaría en varias competencias aéreas en Biarritz, Niza y Tours.

En julio del mismo año, estableció su primer récord de altura, al alcanzar los 1,755 metros volando sobre las localidades de Blackpool y Bournemouth, en Inglaterra.

Luego, rompería nuevamente el récord mundial de altura en la localidad en Issy-Les Moulineaux, llegando a volar a una altura de 2,652 metros !

Después de sus éxitos anteriores, Chávez Dartnell decidió emprender el primer vuelo que lograría cruzar los Alpes, en respuesta a un ofrecimiento de $ 20 mil dólares por parte de un aeroclub de Italia para el primer aviador que regresara vivo de un vuelo de tal extensión.

Se presentaron tres concursantes, uno de los cuales –de nacionalidad italiana-, fue eliminado por no llegar a tiempo.  Te imaginas, amable lector, por llegar tarde, no compitió ?  Qué increíble !  El otro, un norteamericano, debió retirarse tras dos intentos fallidos.

Mientras que, nuestro amigo Chávez Dartnell, luego de varios retrasos debido al mal tiempo en la zona, despegó de Ried-Brig, comunidad de Suiza, el 23 de septiembre de 1910, pasando por el puerto de Simplon.

Antes de partir dijo:  Whatever happens, I shall be found on the other side of the Alps.  Que quiere decir en nuestro maravilloso y castizo idioma:  “Pase lo que pase, yo sea encontrado al otro lado de los Alpes”.

Y sí, así fue.  51 minutos después, llegó a su destino final, la ciudad de Domodossola, Italia, logrando la hazaña.

Pero, un fuerte viento rompió las alas de su frágil monoplano, y cayó en picada a escasos… 20 metros de altura !

Poco después se descubrió que una pieza de unión entre el fuselaje y un ala, presentaba señales de una rotura anterior y había sido reparada defectuosamente con clavos.  ¿Cómo ves, amigo lector? ¿Impresionante, no ?

Herido por la caída, Chávez Dartnell, fue conducido al hospital local, mientras recibía mensajes de felicitación por su hazaña, de parte de personalidades importantes, como el rey de Italia y el presidente de Francia.

Nunca perdió la conciencia ni tuvo lesiones internas, solamente fracturas en ambas piernas y algunas contusiones en el rostro.

Sin embargo, aunque no tuvo una situación grave per se, por sí misma, tuvo que sufrir una larga agonía, muriendo cuatro días después, debido a un shock traumático y hemorrágico causado por la fuerte caída a tan baja altura.  Lo que pasó es que sus fracturas le causaron una pérdida importante de sangre, que en aquellos tiempos, dado el nivel de la medicina, no era posible practicarle lo que ahora es una transfusión de sangre, que hubiera sido salvadora.  Desgraciadamente no fue así, y murió, irremediablemente.

Solo se le hizo beber café y un poco de champagne, en señal de celebración por su hazaña.  Sus últimas palabras fueron, dentro de un estado de semi-conciencia:  “arriba…, más arriba todavía, hasta las estrellas !”

La fuerza aérea peruana inmortalizó estas palabras, haciéndolas su lema.

Siempre con el espíritu en alto, queriendo conquistar cumbres y más cumbres.  Aún y medio sin darse cuenta, daba sentido a su intrépida vida.  Qué enjundia !  Ese debe de ser nuestro espíritu y nuestro pensar, continuamente.  Chávez Dartnell fue un ejemplo de querer ascender siempre…!  …hasta las estrellas !

El poeta italiano Giovani Pascoli, concluyó una elegía en su nombre, de esta manera:  “Cae con su gran alma sola, siempre subiendo.  Ahora sí, él vuela !”

Fue enterrado en un cementerio de París al lado de sus padres.  En 1957, sus restos fueron repatriados, y después de diversas ceremonias en Francia y en Perú, fueron depositados en los jardines de la Base Aérea de Las Palmas, en Lima.

La muerte de Chávez Dartnell causó gran conmoción en el mundo de la aviación, porque su proeza sólo era comparable con la del vuelo de Lindbergh, que unió a Estados Unidos con Europa.

Brig y Domodossola, ciudades de inicio y arribo de su vuelo final, le dedicaron monumentos a su memoria.

En Perú, este héroe de la aviación se convirtió en ícono para instituciones como la Fuerza Aérea del Perú.

Descanse en paz este insigne personaje, Jorge Chávez Dartnell!

Voy a concluir este artículo, como suelo cerrar mis programas de radio, y mis publicaciones periódicas:

“Y a seguir pataleando…, porque no hay de otra !

 

Si quieres hacerme algún comentario a este artículo, puedes hacerlo en mi correo: mottivare@gmail.com

 

(Historia tomada del libro LAS MÁS HERMOSAS HISTORIAS DE ÉXITO, de la Colección Literatura de Superación, editado por Corporación Editora Chirre, de Lima, Perú., incorporando información adicional consultando Wikipedia)