Gerardo Esquivel y Jonathan Heath, subgobernadores del Banco de México (Banxico), votaron en la última reunión de política monetaria del organismo por recortar la tasa de interés en 50 puntos base.

De acuerdo con las minutas de la última reunión de la Junta de Gobierno publicadas este jueves, el resto de los miembros votó por bajarla en 25 puntos base, con lo que el referencial se ubica ahora en 7.75 por ciento, un nivel no visto desde noviembre del año pasado.

Un ‘halcón’ es aquel con políticas monetarias más restrictivas, mientras que la ‘paloma’ tiene un tono más neutral o menos restrictivo en las medidas que toma en el Banco Central para alcanzar sus objetivos. Menores tasas pueden impulsar la economía, estimulando el gasto de empresas y consumidores al abaratarse el crédito.

Las razones que da Esquivel es que la inflación general se ha comportado mejor a lo previsto y ya se ubica en niveles cercanos a la meta del Banco de México de 3 por ciento. "La inflación acumulada en los primeros tres trimestres del año será inferior a 1 por ciento, lo que permite prever que la inflación terminará el año cerca o incluso por debajo de 3 por ciento", de acuerdo con las minutas.

Aunque, indicó, que la inflación subyacente aún se encuentra en niveles relativamente elevados, ve posible que disminuirá en los próximos meses como resultado del desvanecimiento del impacto que tuvo el aumento de los energéticos de finales de 2018 en el precio de los alimentos.

Agrega que la reducción generalizada de tasas de interés en el mundo como la notable desaceleración económica del país, abren un espacio para bajar la tasa de interés en México más allá de la observada en Estados Unidos.

"Considero que en esta ocasión es posible y deseable reducir en 50 puntos base la tasa de interés objetivo sin poner en riesgo ni comprometer el mandato fundamental del Banco de México".

En cuanto a Heath, señala que los puntos que que considera para una mayor reducción son la brecha de producto negativo que sigue ampliándose; una desviación menor de la inflación respecto a su objetivo; una reducción de la aversión al riesgo global y la continuación de la política monetaria acomodaticia en la mayoría de las economías.

"En otras palabras, debemos mantener nuestra postura restrictiva por el tiempo necesario, pero no tan restrictiva como la presente. Las circunstancias actuales nos dan una ventana de oportunidad para realizar este ajuste, por lo que estoy a favor de reducir nuestro objetivo en 50 puntos base".

Por otra parte, la mayoría de la Junta de Gobierno del Banco Central señaló que los riegos que pudieran afectar el desempeño de los activos financieros en México persiste la incertidumbre asociada a la relación bilateral entre México y Estados Unidos y respecto de las perspectivas crediticias, tanto para la calificación de la deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) como la soberana.

Sobre Pemex, la mayoría indicó que el paquete de apoyos fiscales y las medidas financieras anunciadas recientemente por el Gobierno para fortalecer su perfil financiero son esfuerzos en la dirección correcta, pero los analistas coinciden en que estas medidas representan un alivio de corto plazo, ya que no resuelven los problemas estructurales.