Después de que el novato tackle defensivo de los Texans, Ross Blacklock, fuera echado el domingo frente a los Ravens por tirar un puñetazo, su compañero de equipo, J.J. Watt, la describió como una jugada "estúpida" y "egoísta".

"Es estúpido, es egoísta", dijo Watt después del partido. "Fue una jugada estúpida. Fue egoísta. Es algo, digo, he hablado antes con Ross, y por eso me molesto. Hacia el final del partido, es muy tonto, muy tonto lastimar a tu equipo en ese tipo de circunstancias sin ningún motivo".

El golpe no fue mostrado en la transmisión por televisión, y el domingo por la noche, el head coach de los Texans, Bill O'Brien, dijo no haber visto lo sucedido. El lunes por la mañana, O'Brien dijo a reporteros que un oficial le comunicó que Blacklock había sido echado por un puñetazo.

"He hablado con él, y no lo vi en la cinta", explicó O'Brien. "Pero sé lo que sucedió. Así que sí, he hablado con él.

"Solamente sé lo que me dijo el oficial... No lo vi, tampoco, pero el oficial me dijo que lanzó un puñetazo, que es lo que ustedes probablemente ya sabían. Solo les digo lo que me dijo el oficial, y nos hemos ocupado de ello, y nos seguiremos ocupando de ello el día de hoy".

El golpe sucedió con menos de cinco minutos por jugar en el cuarto periodo, con los Texans abajo contra los Ravens por 30-16. Baltimore terminó triunfando por 33-16, con Houston dejando su marca en 0-2.

Durante el receso de temporada, Blacklock, un recluta de segunda ronda procedente de TCU, dijo a reporteros que "solamente ser capaz de jugar al lado de [Watt] y jugar con él, es un honor. Intento aprender tanto como pueda mientras yo esté aquí y mientras él esté aquí".