Bill Gates ha negado en diversas ocasiones tener vínculos comerciales o de amistad con Jeffrey Epstein, pero la poca o mucha relación que tuvieron los dos fue suficiente para molestar a su exesposa Melinda Gates, aseguró una fuente a People. Aunque la pareja anunció su separación la semana pasada, las reuniones de Bill con el delincuente sexual condenado y fallecido, habían molestado a Melinda, de 56 años, durante años, la fuente aseguró que "Epstein es definitivamente un punto doloroso para ellos”.

Epstein se suicidó dentro de una celda en agosto de 2019 mientras esperaba su juicio por cargos federales de conspiración y tráfico sexual. Tres semanas después, la causa penal en su contra fue desestimada debido a su muerte. The New York Times informó en 2019 que Bill, ahora de 65 años, conoció a Epstein después de que este último ya había cumplido condena en la cárcel por solicitar la prostitución de un menor y estaba registrado como delincuente sexual.

Aunque Bill le dijo al Wall Street Journal en ese momento que no tenía "ninguna relación comercial o de amistad" con Epstein, The New York Times informó que a partir de 2011, los dos hombres se reunieron varias veces y discutieron la propuesta de Epstein para ayudar a recaudar fondos para la Fundación Bill y Melinda Gates aunque nunca llegaron a ningún acuerdo. La fuente le dijo a People que cualquier cosa que involucre a Epstein fue un “gran trauma" para Melinda, quien solicitó el divorcio de Bill después de 27 años de matrimonio.

"Ella se oponía totalmente a lo que ella consideraba negocios turbios y algunos otros temas que él quería abordar en el área de negocios", dijo la fuente. "Ella tampoco tenía miedo de hablar al respecto”. Sin embargo, en última instancia, la separación se debió a “muchas razones".

Por otro lado, Melinda no ha solicitado ningún tipo de manutención para ella o sus hijos, pero sí solicitó que el tribunal haga cumplir el contrato de separación de la pareja, que es un acuerdo para resolver problemas que, de otro modo, quedarían en manos del tribunal para determinar temas como la división de bienes, la manutención y cuestiones relacionadas con los niños.

Ella solicitó el divorcio bajo el argumento de que su matrimonio “está irremediablemente roto”, y en su anuncio, tanto ella como Bill dijeron que "ya no creen que puedan crecer juntos como pareja en esta próxima fase de nuestras vidas”. La filántropa y los tres hijos que comparte con Bill (Jennifer, 25, Phoebe, 18, y su hijo Rory, 21) alquilaron una isla privada en Granada por 132 mil dólares la noche a medida que se acercaba el anuncio del divorcio.

"Creo que toda la familia desea que esto desaparezca para que puedan volver a sus vidas, sea lo que sea ahora", aseguró una fuente cercana a la familia.