Rodrigo Ponce de León 

El frente renovado del Wrangler, en las cuatro versiones que llegarán al mercado nacional tiene los cuartos lineales sobre las salpicaderas al lado de los faros redondos que invaden discretamente las ranuras laterales. Sobre las salpicaderas y el cofre hay respiraderos funcionales para la correcta ventilación del bloque PentaStar V6 de 3.6 litros de desplazamiento con 285 caballos de fuerza de potencia y una capacidad de torsión de 295 libras-pie. 

Su poderoso tren motriz nos permite optimizar la experiencia en caminos intransitables de la mano de la seguridad y la tecnología. La marca consiguió abrir el margen de maniobrabilidad urbana sin sacrificar las capacidades off road. 

El bloqueo de diferenciales, los ejes sólidos y la suspensión five-link ajustada para el manejo en carretera lo han hecho 45 kilos más ligero y más resistente en puntos críticos de la estructura, volviéndolo eficiente en su consumo y más diverso en su manejo fuera de caminos lejanos de lo convencional para cualquier otro auto.

El nuevo Wrangler tiene una capacidad de vadeo de 67 cm., lo que significa que todos los sistemas debajo de esa marca son impermeables para evitar algún corto circuito. La dirección es electrohidráulica y la manera que las puertas, cofre y marco de parabrisas han sido instalados, nos hace sentir por demás seguros.