Margaritas y siluetas campestres contrastadas con prendas de estructura rígida convivieron en la pasarela del alta costura del diseñador Jean Paul Gaultier para la temporada primavera-verano 2017.

El traje masculino es una de las obsesiones de Gaultier, pareciera como que cada temporada intenta darle un giro diferente y muestra los resultados como un “estudio”, pero pocas veces se muestran como una pieza íntegra, terminada, siempre deja huecos que se pueden interpretar como que la experimentación del diseñador con esta prenda aún tiene mucho para dar. Estas ideas abrieron el desfile.

Son pocas veces en las que el creador de 64 años utiliza estampados románticos, esta vez decidió hacerlo imprimiendo telas transparentes con margaritas (su flor favorita) en amarillo, otras en rojo y azul (los colores emblema de la casa) todo siempre conservando el estilo ochentero y experimental.

En contraste con el ambiente campirano que emitían los vestuarios, la pasarela celebrada como siempre en la sala de la “maison” fue construída con tonos metalicos y ambientada con música electrónica.

Para cerrar el desfile, los “beats” callaron ante un silbido que interpretaba la marcha nupcial sobre un fondo con sonidos naturales, fue entonces cuando las cortinas se abrieron para mostrar a Coco Rocha sobre un columpio disfrutando del vestido con mangas circulares que usaba, despues de dar unas “cabriolas” sobre la pasarela, la acompañó un sensual granjero para llevarla en su carreta y terminar el desfile con un beso tierno.

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