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Jean Claude Van Damme, ¿el último ‘mercenario’ de Hollywood?
Es imposible hablar de la mejor época del cine de acción de Hollywood sin mencionar a Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis y Mel Gibson. Pero en ese mismo grupo, en esa misma época, también figuran las artes marciales y el acento belga de Jean-Claude Van Damme. La más joven generación, tal vez lo reconozcan mejor detrás de la voz original de Master Croc en las dos últimas versiones de Kung Fu Panda y por haber pasado recientemente por Comic Com. Pero a pesar de haber cumplido 60 años, todas las generaciones pueden volver a verlo en el nuevo cine de acción de Netflix, con “El Último Mercenario”.
-¿Así como Bruce Lee hizo popular el karate, el kickboxing es famoso gracias a Jean-Claude Van Damme?-
“Bueno, kickboxing es boxeo con patadas, pero es el mismo estilo de movimientos que el karate. La diferencia es que en el karate usas tus manos y las piernas para protegerte. Y hay diferentes técnicas que también cambian con los países en que se practican. Para mí, la respuesta es que una patada es una patada y un puñetazo es un puñetazo, no importa de donde venga. De todas formas, el karate a mí me ayudó mucho física y mentalmente, para triunfar en Estados Unidos. Porque cuando era joven no tenía buen físico, era de contextura chica y además me dio salud y mucho poder mental. No por el karate en sí, sino por el entrenamiento”.
-¿Así como Dwayne Johnson hoy asegura que se inspiró en Schwarzenegger y Stallone para convertirse en estrella del cine de acción, en tu caso tuvieron que ver las artes marciales de Bruce Lee o Chuck Norris?-
“(Risas) En realidad... cuando yo era joven... me encantaba un actor frances, Jean-Paul Belmondo y como actor era muy bipolar, porque podía ser muy divertido o triste, se movía de una forma diferente. Fijate que ahora Netflix compró los derechos de una producción de Belmondo y terminó comprando toda la colección. Pero bueno, mi padre una vez me dijo “Si logras ser como Belmondo, vas tener más oportunidades de llegar a Hollywood”.
Esa fue siempre la gran diferencia que Jean Claude Van Damme había impuesto en la época en que competía en el cine con Stallone o Schwarzenegger, como el protagonista de grandes éxitos como “Universal Soldier”, “Street Fighter”, “Kickboxer”, “Timecop” o “Hard Target”. Ok, está bien, competir no significa ganarles, pero él justamente había desapareció de las grandes superproducciones, cuando empezó a exigir que le pagaran lo mismo que en aquel entonces cobraba Jim Carrey (entre 10 y 20 millones de dólares), mientras que Stallone, Bruce Willis o Mel Gibson se encargaban de producir sus propias películas y Schwarzenegger prefería ser Gobernador de California, para decirle al cine “Hasta la vista, baby”. Asegurando que lo pusieron en una lista negra, con el tiempo, Jean Claude tuvo que elegir producciones independientes de menor presupuesto como cuando apareció como él mismo en “JCVD” y la más reciente serie de corta vida de Amazon “Jean Claude Van Johnson”.
-¿Usan alguna técnica en especial para evitar pegarse de verdad durante un rodaje?-
“Todo está muy preparado y hay cierta coreografía, como en un baile. Por el ángulo de la cámara, lo que parece un golpe, no lo es. No es la persona que da el golpe la que da el impacto, sino el que lo recibe. Por ejemplo, si amagas a pegarme en el rostro con un pie o un puñetazo, yo soy el que muevo la cabeza para todos lados, como si me hubieses pegado de verdad. Cuando pego yo, es lo mismo, aunque parezca que toqué a mi contrincante, no lo hago. Son muchos años de entrenamiento y todo eso se complementa con efectos de sonido, música, así es el cine, es magia”.
-¿Y en la realidad?-
“Fuera del cine, nunca usaría el karate. El deporte me ayudó a construir mi físico. Y si tendría que usar mi físico en la realidad, usaría mis piernas para salir corriendo (Ríe)”.
-¿Nunca tuviste que usar el karate en tu vida privada?-
“Nunca. Tengo suerte, en ese sentido. Solamente pelee en el cine o en competiciones, para ganar. Odio perder. Pero no soy un luchador”.
-¿Y aquella vez que te peleaste en público con Dolph Lundgren?-
“Eso fue solo una broma que habíamos preparado con él. Habíamos filmado juntos ‘Universal Soldier’ y en la presentación del Festival de Cannes, cuando nos encontramos, en vez de saludarnos nos empujamos. Como mostrando la rivalidad que había entre Sylvester Stallone y Arnold Swarzenegger. Con Dolph somos muy amigos”.
-¿Con ‘El Último Mercenario’ se ve un Jean-Claude Van Damme diferente?-
“El director, David Charhon hizo lo posible por lustrarme como si fuera un diamante y cada faceta diferente representa algo en particular. Por eso se ve algún tono de comedia, con una sonrisa mía que no se suele ver en el cine. Hay muchos ingredientes para lograr lo mejor de lo mejor”.
-¿Es cierto que el director David Charhon había escrito el guion de ‘El Último Mercenario’ pensando en Jean-Claude Van Damme?-
“Al parecer sí, pero según me contó quería también mostrar una dimensión cómica, agregando ciertas bromas para darle más emoción al personaje. La idea era generar puro entretenimiento como en los años 80 y 90, con mucha acción, pero también relaciones humanas, con un problema familiar, en la base de la relación entre un padre y el hijo”.
En “El Último Mercenario”, Jean-Claude Van Damme interpreta una especie de retirado James Bond como un exagente secreto francés convertido en un mercenario llamado Richard ‘La Brume’ Brumère. Y en la idea de un personaje que posiblemente tendrá muchas más versiones en el futuro, esta vez la acción comienza cuando al hijo Archibald se le termina la inmunidad que había logrado por 25 años y la mafia amenaza con matarlo. Para salvarlo, tendrá que buscar a sus viejos contactos, uniendo fuerzas con otros jóvenes, al mismo tiempo que necesitará recuperar el coraje perdido para demostrarle a su hijo, quien es su padre.
-¿Lo que más te gusto del rodaje?-
“Yo quería matar a alguien, pero el director no quiso... por eso quiso que usara una escoba, toallas o alguna tarjeta de crédito para mostrar las luchas de una forma diferente. Eso fue difícil porque tampoco es como una película de Jackie Chan, era mucho más real. Queríamos filmar algo que nadie pudiera esperarlo. Pero tampoco puedo negar que me dio miedo porque soy del estilo de persona que con un golpe y una patada espero que la gente caiga al piso y el director me convenció que iba a funcionar todo mejor. Y funcionó, porque ahora sé que puedo pelear hasta con un jabón (Risas)”.
-¿Sin revelar demasiado el final... te gustaría volver con el mismo personaje con más producciones de ‘El Último Mercenario’, en una especie de serie de Netflix?-
“Sí, sí, en el estudio dijimos: Huele a serie. Habrá que ver que dicen en Netflix. Por lo que sé, hubo muchos estudios que habían rechazado la idea de hacer acción con comedia, pero Netflix tuvo el coraje de respaldarnos. Y lo mejor es que con una plataforma así, podemos mostrar actores diferentes, de distintos países, con talentos que nunca antes vimos. Y eso es genial”.