Je me souviens (yo recuerdo)

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Je me souviens (yo recuerdo)

En 1885, Hermann Ebbinghaus publicó su estudio sobre la memoria, con la finalidad de explicar los diferentes factores que intervienen en los procesos de recuerdo y olvido. A través de una representación matemática conocida como la “curva del olvido”, el psicólogo y filósofo alemán describió la velocidad con la que se pierde el contenido guardado en el cerebro. La conclusión es irrefutable: para no borrar de la memoria, los seres humanos debemos recordar; traer al presente los hechos del pasado a través de un simple proceso mental. 

Esto lo saben bien en la provincia canadiense de Quebec. Sin que exista una interpretación uniforme sobre su origen, la frase Je me souviens, traducida al español como “yo recuerdo”, es considerado el lema oficial en la única región francófona de América del Norte. Fue el arquitecto y político Étienne-Paschal Taché, quien decidió inscribir la frase debajo del escudo de armas colocado en el edificio del Parlamento, cuyo diseño original corrió a su cargo. Desde entonces la frase es usada lo mismo para invitar a evocar la historia, que para conmemorar las batallas. Los quebequenses no olvidan; hasta en las placas de los automóviles de aquel lugar está inscrita la leyenda con la que se convoca a recordar.

Seguramente sin reparar en los hechos antes descritos, los “azulillos” y su nueva comparsa nos acaban de presentar su última puntada. Se trata de la plataforma “Coahuila con memoria” destinada –según dicen ellos–  a denunciar actos de corrupción, impunidad y desgobierno. Promover la honradez de los servidores públicos y el buen Gobierno es una acción que en principio no debe ser cuestionada. Nadie puede oponerse a que los ciudadanos tengamos a la mano un mecanismo, además de los ya existentes, para hacer rendir cuentas a las autoridades. Pero ¿se puede buscar la honestidad siendo deshonestos? La referida plataforma es engañosa desde su concepción. Por principio de cuentas, la administración de la página que se pone a disposición para denuncias ciudadanas corresponde a una asociación civil conformada en pleno proceso electoral. Ésta es igual a muchas otras organizaciones que se crean como por arte de magia en tiempos electorales y desaparecen con la misma rapidez una vez cumplido su fin. La mentada plataforma se presenta al público a escasas tres semanas del comienzo de las campañas políticas ¿Por qué no antes? Y aunque se trata de vender la idea de que “Coahuila con memoria” es una organización ciudadana, su principal integrante y vocero es el presidente del Comité Directivo Estatal del PAN en Coahuila, quien por si fuera poco, se hace acompañar por los representantes del resto de los partidos políticos que conforman la llamada “Alianza Ciudadana por Coahuila”. Pero ahí no para la cosa. La página de marras está especialmente diseñada para recibir denuncias sólo en contra de servidores públicos y gobiernos emanados del PRI y no de otro partido político. Como que ciudadana, ciudadana, lo que se dice ciudadana, no es la cosa. Bernardo González ha asegurado insistentemente que la asociación y su correspondiente plataforma no tienen tintes políticos, ¿neta? Juzguen ustedes: se crea una vez iniciado el proceso electoral, a poco tiempo del arranque de las campañas; la integran dirigentes  y militantes de partidos opositores al PRI, y en el sitio de internet se puede leer: “no podemos permitirnos seis años más de esto”.  

Aquí en confianza, “Coahuila con memoria” es el colmo de la simulación. Pretende disfrazar de “ciudadana” la causa panista y de sus aliados. Tiene como finalidad escapar de la censura a la que está sujeto un partido político, para dar rienda suelta a las campañas negras a través de señalamientos de presunta corrupción. ¿Y las propuestas a favor de las y los coahuilenses para cuándo?

En algo estoy de acuerdo: no debemos olvidar. Quienes vivimos en Coahuila estamos casi obligados a hacer un repaso mental de los momentos aciagos que se vivieron en nuestro Estado; el sonido de los disparos en las calles; la alteración generada por una llamada a la media noche; el temor al circular por las carreteras. Recordemos cómo se sentía el miedo. En esta misma columna lo adelanté. Tengamos cuidado con quienes pregonan el cambio y se hacen valer de todo tipo de artimañas para simular cercanía y honestidad. Al respecto, hace algunos días el diario Reforma publicó una interesante nota titulada “Aprovecha crimen alternancia política. Sube la violencia en estados con cambio de Gobierno y de partido”. Sí, mamá, supones bien; las entidades federativas mencionadas en la referida nota son: Chihuahua, Veracruz, Tamaulipas y Quintana Roo. En todas ellas se ofreció el “cambio”, y ahí están los resultados a la vista de todos.

Si se trata de ejercitar la memoria, no olvidemos los momentos que antes vivimos. La sangre se lava, pero el recuerdo permanece. Je me souviens… yo recuerdo, ¿y tú?