El extitular de SATEC, Javier Villarreal Hernández, y su subalterno Sergio Ricardo Fuentes Flores, actuaron solos en el proceso de contratación de créditos bancarios mediante el uso de decretos falsos y contratos en los cuales se falsificaron las firmas de diversas personas, dijo del exsecretario de Finanzas de Coahuila, Víctor

Zamora Rodríguez En entrevista exclusiva para VANGUARDIA, el actual diputado local detalló la forma en la cual Villarreal y Fuentes actuaron en conjunto para engañar a los ejecutivos bancarios y entregarles contratos “debidamente requisitados”, pero que contenían firmas apócrifas. En uno de esos documentos, un crédito por 550 millones de pesos contratado con Bancomer en el mes de noviembre de 2010, aparece la firma de Víctor Zamora, quien en ese momento era Secretario de Finanzas de Coahuila.

La firma aparece en el contrato, merced a un engaño realizado frente al propio ejecutivo del banco, afirmó Zamora.

Dado que fue citado a declarar, como parte de la investigación abierta a partir del descubrimiento de las irregularidades en la contratación de deuda estatal, el legislador tuvo acceso a la indagatoria y allí conoció el testimonio del ejecutivo de Bancomer que viajó a Saltillo -proveniente de la Ciudad de México- para obtener la firma del Secretario de Finanzas y regresó a la capital del País creyendo que, en efecto, Zamora había firmado el contrato, relató el entrevistado.

Pruebas grafoscópicas realizadas al contrato, detalló, demostraron ya que no es su firma la que aparece en el documento, además de que un careo entre él y el funcionario de Bancomer aportó evidencia en el sentido de que nunca se reunieron y, en consecuencia, el ejecutivo jamás vio a Zamora estampar su firma.

No fue ése el único documento que Javier Villarreal intentó que firmara para contratar créditos sin explicar el destino de los recursos, aseguró el exsecretario de Finanzas, en cuya opinión Villarreal y Fuentes no requirieron de cómplices para llevar a cabo la contratación de créditos irregulares.

—¿Bastaban dos personas para realizar todas las actividades necesarias para contratar un crédito ilegal?—, se le preguntó.

—Yo creo que sí, ¿no? Pues si tenías alguien que te hiciera los trámites, que te falsificara firmas, que fuera y que comprara funcionarios, ¿para qué quieres más?

“Si tú tienes la astucia de ir a hacer un sello... idéntico, casi idéntico al que tiene Hacienda, y tienes la astucia para ir a invitar a comer a un funcionario...

No sé si le das algo, si le ‘pichas’ algo... Y te das cuenta de cómo es el manejo y cómo puedes obtener créditos, ¿para qué quieres más?”.

Ellos, concluyó Zamora, tenían la audacia y el atrevimiento suficientes para falsificar decretos, inventar sellos y firmar por otros a fin de conseguir que los bancos les entregaran el dinero que les solicitaban a nombre del Gobierno de Coahuila.