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Jane Austen pudo morir envenenada
Aunque las teorías más aceptadas dicen que Jane Austen murió a causa de cáncer, lupus, tuberculosis o la enfermedad de Addison, un análisis a varios pares de lentes señalaron que la autora pudo padecer cataratas, síntoma de la ingesta constante de arsénico.
Fue Sandra Tuppen, curadora de manuscritos de 1601 a 1850 en la Biblioteca Británica quien publicó en internet esta sospecha, basándose en los 3 pares de lentes que el recinto resguarda y que fueron donados por la tatara sobrina de Austen.
Estos fueron analizados por la óptica Birmingham, señalando que se trataba de lentes convexos que la gente utiliza para ver de cerca, aunque ABC señaló que la primera en señalar el posible envenenamiento de la autora fue Lindsay Ashford quien señaló que fue víctima de envenenamiento por un medicamento común del siglo XIX.
La Sociedad Jane Austen de EU descartó la teoria de Tuppen señalando que la pruebas no son contundentes, que las cataratas no sólo son causadas por arsénico, además de no creer que Austen tuviera este padecimiento, sino una disminución de la vista natural por envejecimiento.