La jugada más polémica de la final del futbol mexicano se efectuó en los mintuos finales cuando el silbante, Luis Enrique Santander no marcó un aparente penal.

Jair Pereira había golpeado a Ismael Sosa, y el silbante marcó fuera de lugar debido a que el balón llegó a los pies de Damián Álvarez que se encontraba en fuera de lugar. 

Pero el "Comandante" de las Chivas, ratificó que sí  golpeó al jugador de Tigres, pero no fue penal porque el árbitro no lo marcó. 

"¿Era penal? Sí, lo alcanzo, pero no sé qué había marcado antes… y trató de quitar el balón, pero nunca alzo el pie. Pero no fue penal porque no se marcó”.

En zona mixta, Jesús Dueñas le recriminó al árbitro el no marcar la falta pero ya nada se puede hacer debido a que Chivas se proclamó campeón del futbol mexicano.