México.- El Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) creó la Arena de Drones, un espacio para realizar pruebas con estos objetos a favor del sector aeronáutico.

El espacio se diseñó para que estas aeronaves no tripuladas se puedan volar y estudiar de manera segura, dijo el investigador de ingeniería en sistemas digitales y robótica, Josué González García, en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

“Con escenarios como este, los estudiantes (...) tienen las posibilidades de hacer sus propios drones, también adquieren el conocimiento de controlarlos desde una computadora, lo que abre una gran posibilidad de desarrollo de aplicaciones”, indicó.

El profesor explicó que existen drones con cámaras integradas para realizar un procesamiento de imágenes aún en escenarios de emergencia, desastres naturales o de seguridad pública.

“La idea es que haya un desarrollo de proyectos innovadores enfocados en sistemas de control en tiempo real, donde es importante que el dron tenga un feedback de datos ininterrumpidos con el operador, para desarrollar aeronaves con vuelos programados en primera persona”, mencionó.

El Tecnológico de Monterrey campus Querétaro creó en las instalaciones del Centro de Innovación en Manufactura Avanzada (CIMA) un espacio en forma de cubo de 8x8x8 metros y 16 cámaras para estudiar el funcionamiento de estos aparatos.

“El volumen real que tenemos de trabajo en este momento es aproximadamente un cuadrado de seis metros de largo, seis (metros) de ancho y siete metros de altura. Se trata de equipo que originalmente se usa para la animación digital”, detalló.

Con el uso de cámaras que emiten una luz infrarroja a través de un anillo de leds, los investigadores pueden calcular la posición exacta y casi milimétrica del dron.

La construcción de la denominada “Arena de drones” surgió ante la necesidad de contar con un espacio de pruebas para el sector aeronáutico, así como de un escenario académico adecuado para el desarrollo de realidad virtual y robótica.

El académico dijo que era necesario este proyecto, pues en ocasiones los drones se desplazan sin que el usuario pueda tener control sobre ellos, lo que puede derivar en errores costosos de carácter económico y de seguridad.

“Se empezaron a desarrollar algunos proyectos relacionados con drones y por el acercamiento de algunas empresas al CIMA con problemas tecnológicos muy específicos”, comentó el ingeniero.

“Concluimos que se necesitaba un espacio en donde poder realizar pruebas y verificar la funcionalidad de los drones antes de llevarlos a exteriores en aplicaciones reales”, agregó.