En la historia del futbol han existido grandes partidos donde los jugadores dejan todo en la cancha, pero ninguno como el del 17 de junio de 1970 en el Estadio Azteca.

Italia y Alemania se disputaban el pase a la Final de la Copa del Mundo y luego de tantas emociones a lo largo de 120 minutos, se denominó el partido del siglo.

Alemania ganó su pase a esta instancia tras derrotar a Inglaterra por marcador de 3 a 2 en León, Guanajuato, en un partido que se alargó a tiempos extras. Italia, por su parte, derrotó con un contundente 4 a 1 en Toluca.

Mas de 100 mil espectadores, muchos de ellos mexicanos, estaban con los nervios de punta tras el silbatazo inicial.

El portero italiano Enrico Albertosi pudo detener el arsenal alemán y se convirtió en el hombre del juego.

Italia se puso en ventaja al minuto 8 y comenzaron a defender su ventaja como auténticas fieras. al más puro estilo del “catenaccio”.

Finalmente, los alemanes, cansados de fallar oportunidades, obtendrían un milagroso empate en el tiempo de compensación por medio del defensa Karl-Heinz Schnellinger, quien en una jugada desesperada se sumó al ataque, mandando el encuentro a tiempo extra.

El alargue fue espectacular. Se anotaron cinco goles en la media hora que duró el tiempo extra, algo nunca visto en estas instancias.

Los alemanes dieron vuelta el partido a su favor ya que se pusieron 1-2 con anotación de Gerd Müller en el minuto 94. Sin embargo, el marcador se volvió a dar vuelta, esta vez a favor de Italia, ya que Tarcisio Burgnich en el minuto 98 y Luigi Riva en el minuto 104 colocaron a la “squadra azzurra” por 3-2 sobre los alemanes.

Los alemanes no se rindieron y lograron empatar nuevamente el encuentro con otro gol de Gerd Müller en el minuto 110.
Sin embargo, Gianni Rivera anotó el gol decisivo para los italianos en el minuto 111 al conectar un cruce bien hecho por Boninsegna. De esta forma Italia se llevó la victoria por 4-3 sobre Alemania.

Durante el tiempo extra y sin cambios, Franz Beckenbauer salió al terreno de juego con el brazo vendado al cuerpo, nadie se quería perder el partido.

El técnico Schön solamente dijo: “Nosotros no anotamos otro gol”, tras finalizar el partido.

Tanto esfuerzo fue premiado por los espectadores que se brindaron en aplausos por ver una verdadera batalla entre 22 hombres.

El cansancio cobró factura entre los italianos y en la Final cayeron ante Brasil 4-1. 

Para la eternidad

El Azteca tiene una placa conmemorativa de este partido, que tiene grabada en mayúsculas:
“El Estadio Azteca, rinde homenaje a las selecciones de Italia (4) y Alemania, (3) protagonistas en el Mundial de 1970, del Partido del Siglo”.