“Se les recuerda a nuestros clientes judíos de bañarse antes de entrar a la alberca”, se puede leer en el anuncio puesto en el área de relajación. Y también en la cocina: “Para nuestros clientes judíos: sólo es posible acceder al refrigerador solo en estos horarios: 10h, 11h y 16h30-17h30. Espero entiendan que ha nuestro servicio no les gusta ser molestados constantemente”. En este caso la referencia es por el uso de comida kosher, que se conserva separadamente, pero hace poco diferencia.

Algunos clientes judíos han fotografiado los dos carteles y los han compartido en sus redes sociales, lo que provocó las reacciones del gobierno israelí. Pero también, los clientes que no son judíos, han reaccionado: “No soy un cliente judío, pero esto es realmente racista”.

El vice ministro del exterior israelí Tzip Hotovely ha pedido que se disculpen de forma oficial por este acto antisemita de la peor especie. El centro Simon Wiesenthal ha pedido al ministro de justicia suizo a pedido que el dueño del hotel sea castigado. Y también ha pedido que el sitio de reservación Booking, retire Paradies de su lista.

En el hotel, declaran medios suizos, van de vacaciones muchos judíos, en particular muchos son ortodoxos, que llegan de Estados Unidos, Reino Unido e Israel. A causa de los anuncios muchos huéspedes judíos han protestado entrando a la alberca con camiseta y sin bañarse.

“Ingenuamente he hecho el cartel”, admite el director, “Debí haber escrito un cartel dirigido a todos los huéspedes”.

El ministerio del exterior suizo condenó el “racismo”, el “antisemitismo” y la “discriminación”.

Con información de Repubblica