Desde que WhatsApp anunció que quiere tener un mayor control sobre los datos de sus suscriptores, Telegram y Signal han visto un aumento progresivo y constante de suscripciones. Los iraníes, sin embargo, tendrán poco para elegir, dado que el gobierno ha pedido que todos los rastros de la aplicación encriptada desaparezcan del territorio nacional.

El 14 de enero, Signal desapareció de Cafe Bazaar , la versión iraní de Google Play, y de Myket, una contraparte de la tienda de aplicaciones. No satisfechos, los censores del país han comenzado a romper todas las señales del software, por lo que resulta inutilizable incluso para quienes habían logrado descargarlo de forma incorrecta.

Pronto se dice la razón de esta elección: interceptar los mensajes de los disidentes es muy difícil, en un software especialmente encriptado para evitar que esto suceda. Además de Signal, por otro lado, Irán ya había bloqueado Telegram, Twitter, Facebook y YouTube, a estas alturas ya sabe cómo optimizar el apagón de los medios.

"Signal siempre se ha promocionado como la aplicación ideal para disidentes o activistas que desean mantenerse a salvo de cualquier autoridad estatal, especialmente de Estados Unidos y sus amplias capacidades de vigilancia".

señaló Mahsa Alimardani, investigadora de Internet de la organización de derechos humanos ARTICLE19.

Los temores ahora son que Irán pueda expandir una vez más los bloques de Internet, interviniendo directamente en los proveedores controlados por el gobierno, lo que ya sucediódurante las protestas que desgarraron a la nación en 2019.

Una opción posible, pero no probable, considerando el regreso de la llama que la Administración se vería obligada a recoger. Más bien, es probable que los políticos iraníes continúen erradicando aplicaciones a medida que comienzan a ser influyentes, asegurando así que el único "competidor" restante sea Facebook Inc.