Ir a votar: eso es lo que nos toca a todos

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Ir a votar: eso es lo que nos toca a todos

Estamos a unas cuantas horas de una jornada electoral que, como todas, es importante porque implica determinar quiénes serán los depositarios del poder público durante los próximos años. En el caso de Coahuila esto quiere decir elegir a las personas que se harán cargo de administrar los 38 ayuntamientos que integran nuestra geografía.

Adicionalmente, desde luego, podremos votar por quienes nos representarán en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, lo cual también es muy importante porque a nivel central se deciden cuestiones que nos afectan, como la distribución del presupuesto federal.

¿Quiénes tienen el poder para tomar esa decisión? Las mujeres y los hombres en edad de votar que cuentan con una credencial de elector. Nadie más.

Por eso, lo que nos corresponde ahora a los ciudadanos es acudir a emitir nuestro voto pasado mañana domingo. No sobra recordar en este sentido que el voto constituye un derecho, pero también una obligación.

Justamente por ello, las autoridades electorales tienen el deber de asegurarse que cada elector tenga la posibilidad de votar. Para cumplir con esa obligación destinamos una enorme cantidad de recursos públicos a imprimir boletas e instalar casillas que aseguren tal posibilidad.

Pocos países como el nuestro invierten tantos recursos en garantizar el derecho a votar de sus ciudadanos. Por ello todos tendríamos que sentirnos obligados -no solamente invitados- a presentarnos en las urnas y manifestar nuestra posición el día de los comicios.

Podemos abstenernos, desde luego, porque ese es un derecho que la Constitución reconoce, así sea de forma tácita, pero lo deseable es que no lo hagamos, sino que participemos.

En la medida en la cual la participación sea copiosa -lo más cercana posible al 100 por ciento- los resultados no solamente reflejarán mejor la voluntad del electorado, sino que resultan en una mayor legitimidad para quienes obtienen el triunfo.

No debemos olvidar en ello que en nuestro sistema electoral el triunfo se obtiene por “mayoría relativa”, es decir, que lo importante es obtener el mayor número de votos, sea cual sea el porcentaje que éste represente del total de los votos emitidos o de los sufragios posibles.

No hace falta levantarse temprano o “apartar lugar” para asegurarse de votar. Lo único que se requiere es hacerse presente en la casilla que nos corresponde antes de que esta cierre. En otras palabras, lo único que hace falta para votar es tener la voluntad de hacerlo.

Todos los votos son igualmente importantes e igualmente valiosos. Pocos ejercicios cívicos nos igualan tanto como el de votar y por ello es que no debemos dejar de ejercer este derecho.

Alguien, de entre los candidatos que aparecen en la boleta, obtendrá el triunfo este domingo. Lo que a cada uno de nosotros debe cuestionarse es si deseamos que nuestra opinión esté considerada en ese resultado o estamos dispuestos a dejar en manos de los demás la decisión.

Todos los votos son igualmente importantes y valiosos. Pocos ejercicios cívicos nos igualan tanto como el de votar y por ello es que no debemos dejar de ejercer este derecho.