Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Coparmex (Confederación Patronal de la República Mexicana) aseguró que ya se busca la ruta para llevar a cabo una acción legal de impugnación contra la reforma aprobada en el Congreso de la Unión de la reforma para la compra de medicamentos y vacunas  en el extranjero.

"Ya se analiza la ruta hacia la impugnación", dijo en entrevista con los periodistas Guadalupe Juárez y Sergio Sarmiento en su programa de El Heraldo Radio. 

Asimismo, calificó como "impresentable en un jefe del Ejecutivo el estigmatizar a toda una industria", sobre todo del cuidado de la salud, dijo el líder patronal, y argumentó que ello puede derivar en cierre de empresas y su eventual pérdida de empleos.

En el pasado y en el presente, dijo De Hoyos Walther, pueden existir conductas de corrupción que deben ser sancionadas pues se coincide en la persistencia de irregularidades en las compras públicas, pero es "inadecuada" la estigmatización.

Problemas de forma y fondo

El presidente de la Coparmex aseguró que la propuesta de Morena y sus partidos aliados, presenta deficiencias de forma y fondo.

En primera instancia porque se interrumpe un proceso de parlamento abierto en el que integrantes de la industria discutían inquietudes sobre la propuesta y se buscaban soluciones en torno a la eliminación de las prácticas de corrupción.

Al respecto, resaltó que en la iniciativa aprobada sólo reforma un artículo de la ley de adquisiciones, cuando lo que se requiere es toda una serie de normas y regulaciones. 

En cuanto al fondo, acusó que la reforma aprobada hará que las compras públicas de medicamentos por parte del gobierno federal se hagan de manera discrecional, lo que eventualmente puede derivar en falta de transparencia y corrupción.

Riesgos de la reforma

Rafael Gual, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), coincidió en la aprobación a la discrecionalidad de las compras, y agregó que "difícilmente" los medicamentos que se adquieran fuera de México puedan cumplir con las condiciones de calidad nacionales.

En este sentido, apuntó que los organismos intergubernamentales, como la OMS, que el gobierno asegura participarán en los procesos de adquisición, fungirán sólamente como un intermediario, por lo que en caso de daños colaterales como afectaciones en la salud o incluso la muerte de pacientes, la responsabilidad recae sobre el país que compra el producto dañino.

Aunado a que se debe de pagar por esa intermediación ejecutada.

No hay monopolio

Por otra parte, el farmacéutico indicó que dentro de la industria mexicana no existen monopolios, como ha referido el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues existen 250 empresas y la de mayor participación en el mercado no rebasa el 7%. 

Gual afirmó que la corrupción y la concentración de mercado a la que hace referencia el jefe del Ejecutivo se denunció hace año y medio en otro eslabón de la cadena, el de la distribución.

Así, destacó que los recientes señalamientos contra la industria farmacéutica nacional se dan luego de que los operadores logísticos acusados dejaran de participar en los procesos de licitación federales, además de que no hay un sólo proceso iniciado contra algún integrante de este sector.