PGR involucra a policías de Culiacán en la emboscada contra militares

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PGR involucra a policías de Culiacán en la emboscada contra militares

Antecedentes. Un convoy de la Sedena fue atacado con armas de grueso calibre; cinco militares perecieron. / Foto: Archivo
La Procuraduría General de la República (PGR) investiga a las policías municipales de Badiraguato y de Culiacán, Sinaloa, como parte de las hipótesis para determinar su probable participación en la emboscada en la que un grupo del crimen organizado atacó el viernes pasado el convoy militar que tuvo como consecuencias cinco soldados muertos y 10 lesionados

CIUDAD DE MÉXICO.- La Procuraduría General de la República (PGR) investiga a las policías municipales de Badiraguato y de Culiacán, Sinaloa, como parte de las hipótesis para determinar su probable participación en la emboscada en la que un grupo del crimen organizado atacó el viernes pasado el convoy militar que tuvo como consecuencias cinco soldados muertos y 10 lesionados.

De fortalecerse la hipótesis se convertiría en línea de investigación para saber si existió un aviso a los narcotraficantes de hacia dónde se dirigían las dos camionetas oficiales con 17 elementos del Ejército y la ambulancia de la Cruz Roja que trasladaba al detenido herido, informaron fuentes oficiales a El Universal.

Por estos hechos, la PGR dio a conocer el viernes que, a través de la Subprocuraduría de Control Regional de Procedimientos Penales y Amparo (SCRPPA), inició una carpeta de investigación en la delegación Sinaloa.

La indagatoria es contra quien o quienes resulten responsables del delito de homicidio, daños, lesiones y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.

Sobre la emboscada, el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, dijo que el tiempo de reacción de la policía municipal y estatal preventiva fue de ocho minutos, lo que evitó que los lesionados desangraran.

Comentó que dado que la administración local brindó desde el año pasado un seguro de vida a elementos del Ejército, la Marina y elementos federales, junto con los policías locales, las familias de los miembros castrenses fallecidos recibirán, cada una, un millón de pesos de indemnización.

Poco antes de trasladarse a la ciudad de Mazatlán, donde se tenía prevista la visita del Presidente de la República al hospital de especialidades del Ejército, para visitar a los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional heridos, dijo que no tiene sustento el señalamiento de que tardaron 40 minutos en llegar en su auxilio.

‘Traición’

“Que la gente sepa que estamos sufriendo. Es una tragedia, fue un ataque a traición”, expresó su indignación un oficial del Ejército después del ataque en contra de sus compañeros en la penumbra del pasado viernes 30 de septiembre, en Culiacán, Sinaloa.
“Fueron los de Badiraguato, ellos dieron el pitazo, ¿quién más?. Iban con toda la saña, estaba planeado porque le prendieron fuego a las camionetas del Ejército. Dos cuerpos quedaron quemados”, lamentó un oficial de la zona.

Los narcotraficantes llevaron fusiles Barrett M-82 calibre .50. Son armas largas antitanque con cartuchos más largos que la mano de un hombre diseñados para atravesar blindajes, también llevaron granadas y fusiles antiasalto.

En el Cuartel General de la Novena Zona Militar, en Culiacán, Sinaloa, se nota la tristeza, el silencio era absoluto, tenso el ambiente. Fueron cinco soldados los que murieron, 10 resultaron heridos y dos más sobrevivieron prácticamente ilesos al ataque cometido en la madrugada cuando, a bordo de dos vehículos Humvee, escoltaban una ambulancia de la Cruz Roja que trasladaba a un civil herido. 

Un ataque descomunal

La madrugada del viernes pasado, el convoy con 17 militares escoltaban una ambulancia en la que se trasladaba herido, Julio Oscar Ortiz Vega, “El Kevyn”; todos regresaban de Badiraguato y a la entrada de Culiacán, fueron emboscados.

El hombre fue lesionado en un enfrentamiento, tres horas antes, en el poblado de Bacacoragua, donde un grupo armado atacó por sorpresa a un grupo militar detenido a orilla de la carretera. 

Militares repelieron la agresión y los delincuentes huyeron, pero dejaron abandonado a su cómplice lesionado.

Los agresores usaron fusiles Barrett-calibre .50 con capacidad para perforar blindajes y detonaron granadas, con lo que lograron rescatar al detenido, el cual horas antes había recibido asistencia en primeros auxilios de uno de los elementos del Ejército. Militares le proporcionaron los primeros auxilios y trasladaron a Badiraguato, donde fue rechazado de un hospital, por ese motivo iba a ser ingresado a un hospital de Culiacán. En la entrada de la ciudad un grupo del crimen organizado atacó, por segunda vez en esa noche a losmilitares, pero esta vez fue para rescatar al civil herido que iba en la ambulancia, de quien no se sabe su paradero. El chofer de la unidad de rescate 067 de la Cruz Roja fue lesionado en la cadera por disparo de arma de fuego y fue reportado fuera de peligro, mientras que la unidad médica recibió varios impactos.

Ante esos hechos, la PGR inició las investigaciones para definir la posible participación de elementos de las policías municipales.

Minuto de silencio

- El Senado de la República condenó el ataque a militares en Culiacán, Sinaloa, y guardó un minuto de silencio en memoria de los cinco militares asesinados.

- El presidente de la mesa directiva de la Cámara Alta, Pablo Escudero, leyó un pronunciamiento condenando este terrible ataque ocurrido el pasado 30 de septiembre.

- “Como mexicanos y representantes de la nación, nos sentimos indignados y lastimados por estos actos de barbarie irracional que representan una afrenta contra el estado mexicano y contra sus instituciones”.

- Desde la Cámara Alta –agregó- enviamos nuestras más sentidas condolencias a los familiares y amigos de los soldados caídos en el cumplimiento de su deber.