El Inspector General del Departamento de Justicia anunció este jueves que abrirá una investigación sobre la actuación del FBI y su departamento, del cual depende la agencia policial, en la antesala de las elecciones presidenciales del 8 de noviembre en relación a sus pesquisas del servidor privado de la candidata demócrata, Hillary Clinton.

El Inspector General, un órgano independiente, señaló que la investigación responde a las críticas de miembros del Congreso y de parte de la opinión pública ante la percepción de que las actuaciones de Justicia y el FBI podían responder a motivaciones políticas. Se examinará el papel del director del FBI, James Comey, pero también las sospechas de simpatías demócratas entre algunos altos cargos de ambas agencias.

Comey se convirtió en el gran protagonista de la recta final de la campaña. A 10 días de los comicios, mandó una carta a un grupo de legisladores en que anunciaba que el FBI examinaría unos correos electrónicos en el marco de su investigación, que había cerrado con la exoneración de Clinton, al servidor privado que la demócrata tenía como secretaria de Estado, entre 2009 y 2013.

La misiva recibió un alud de críticas, incluidas del presidente Barack Obama, al ignorar Comey las directrices del Departamento de Justicia, que recomiendan no comentar investigaciones en curso ni interferir en el proceso electoral. Pero el director, cuyo cargo finaliza en 2023, parecía temer que no informar del nuevo análisis de correos pudiera interpretarse como una ayuda a Clinton.

Dos días antes de los comicios, Comey anunció en otra carta que el FBI no había hallado nada delictivo en ese nuevo análisis de los correos de Clinton. Los documentos se encontraron en una pesquisa paralela al excongresista Anthony Weiner, el marido separado de la mano derecha de Clinton, Huma Abedin.

En julio, la agencia ya había llegado a la misma conclusión de que, con el uso de su servidor privado, Clinton no incumplió la ley, según anunció entonces Comey en una comparecencia ante los medios. A partir de ese criterio del FBI, el Departamento de Justicia decidió no presentar cargos contra Clinton.

La campaña de la demócrata atribuye su derrota electoral al impacto de la carta de Comey porque considera que reforzó la imagen de deshonestidad que tenía Clinton entre algunos votantes y que había alimentado su rival, el republicano Donald Trump, que convirtió el caso del servidor en un azote constante contra la demócrata.

En una entrevista a la cadena MSNBC, Brian Fallon, que fue el portavoz de la demócrata, dijo este jueves no tener “ninguna duda” de que Clinton sería presidenta si Comey no hubiese mandado esa carta, aunque también admitió errores propios de la campaña que contribuyeron a la victoria de Trump.