El cambio climático en los últimos años ha provocado que la floración de los árboles de manzana de Arteaga no sea la adecuada, lo que trae consigo que se produzca menos fruto y éste sea de menos calidad.

El calentamiento global ha obligado a los manzanos a sobrevivir aún con la falta de frío, es decir, sufren mutaciones, tales como una rama que florece en cada árbol antes de tiempo, explicó Raúl Rodríguez Herrera, del Departamento de Investigaciones en Alimentos de la Facultad de Ciencias Químicas de la UAdeC.

Pero de acuerdo con una investigación realizada por dicha facultad, esta mutación es benéfica, ya que al plantar esa rama que surge antes de tiempo, también produce antes de tiempo manzanas de la misma calidad que las que normalmente se comercializan.

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Rodríguez Herrera explicó que el problema de que los árboles de manzana no florezcan de la manera adecuada por el cambio climático comenzó a presentarse desde los años 70, cuando los productores también empezaron a identificar las mutaciones que se presentaron en forma espontánea en las plantaciones de la Sierra de Arteaga.

Generalmente los árboles de manzana, para florecer, necesitan más de mil horas frío para que se satisfagan todas las necesidades fisiológicas del árbol, sin embargo actualmente los árboles no alcanzan a cubrir el tiempo necesario de frío y el problema de las mutaciones se ha presentado con más frecuencia.

En ese tiempo y para evitar pérdidas en su producción, los agricultores utilizaban aceites y presionaban al árbol para que el fruto brotara, es decir, lo ponían en estrés, pero eso implicaba un costo por el producto y un costo por la aplicación, además, en algunas áreas de la zona de Arteaga no podía aplicar.

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“Entonces los agricultores agarran yemas de esas ramas que florecen temprano y las han propagado y les dan nombres regionales, debido a que éstas necesitan menos tiempo para producir. A este problema de sobrecalentamiento, la alternativa está en ese tipo de manzanos”, afirmó.

Lo que no se sabía es si todos eran la misma mutación, o si se trataba de mutaciones diferentes, es por eso que los investigadores secuenciaron el genoma del manzano de esos mutantes y determinaron que todos son diferentes, y se han convertido en una alternativa importante para combatir el cambio climático.

“También hicimos análisis para determinar si su fruta era diferente de la tradicional y no, presenta las mismas características. Entonces, se tendría la ventaja de que florecen más temprano los árboles y la fruta sale a cosecha antes”, explicó.