International Harvester. La historia de la empresa que impulsó el desarrollo industrial de Saltillo
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International Harvester. La historia de la empresa que impulsó el desarrollo industrial de Saltillo
La instalación de International Harvester en Saltillo significó una importante fuente de empleos y permitió abrir camino hacia la industrialización de la ciudad. Los antecedentes de esta compañía se remontan desde el año de 1831. Cyrus McCormick, originario del estado de Virginia, Estados Unidos, rediseñó y mejoró un arado que su padre había hecho. El aparato de uso agrícola se convirtió en un éxito, en 1834 logró patentarlo y pronto comenzó la fabricación y comercialización.
Para poder satisfacer la demanda, en 1848 la compañía se mudó a la ciudad de Chicago, ahí se instaló la planta donde se empleó a más de un centenar de obreros para producir miles de arados y segadoras. Durante el siglo 19 los productos ganarían premios en diferentes ferias celebradas en Londres, Hamburgo, Viena y París. Los implementos agrícolas tenían garantía total de reembolso, esta estrategia convirtió a McCormick en uno de los vendedores más innovadores de la industria de maquinaria para trabajar la tierra.
Debido a la feroz competencia, McCormick fusiona su compañía con la Deering Harvester y otras tres más, Milwaukee, Plano y la Warder, Bushnell and Glessner. Esta consolidación dio como resultado el nombre de International Harvester Company. En poco tiempo se convirtió en un gigante de la industria de maquinaria agrícola, equipos de construcción, vehículos y camiones comerciales, motores para aviones a reacción, además de productos para el hogar y el comercio.
En 1943 el Gobierno Mexicano formuló una invitación a los accionistas para invertir en Mexico. En ese tiempo se encontraba ocupada en la fabricación de vehículos y armamento debido a la Segunda Guerra Mundial. Una vez terminado el conflicto armado, los ejecutivos echaron mano de la solicitud del presidente Miguel Alemán, para instalar una planta en Mexico.
Varios factores fueron los que influyeron para que Saltillo fuera la receptora de la fábrica. Primero la ubicación y su cercanía con las empresas productoras de las principales materias primas, Fundidora Monterrey, en el vecino Estado, y Altos Hornos de Mexico en Monclova. Otras ventajas que favorecieron, fue la buena infraestructura de negocios, el atractivo precio de la tierra, la disponibilidad de mano de obra competente y el agradable clima de Saltillo. El empresario Eduardo Suess Narro desarrolló una intensa labor de cabildeo para que la sede de la nueva industria fuera Saltillo.
La planta de esta ciudad jugaría un papel importante para la agricultura y la modernización industrial de la región, además de la creación de fuentes de empleos. La cantidad invertida fue de 7.5 millones de dólares y una plantilla inicial de 150 personas. El proyecto contemplaba además una planta de fertilizantes de amonio y sulfato en las afueras de la Ciudad de Mexico. Los productos IH estarían orientados para el mercado nacional.
El 4 de febrero de 1946, inició la construcción en las afueras de la ciudad, el lugar elegido fue un polígono situado entre las calles de Hidalgo, carretera a Arteaga, calle Abraham Cepeda, Dionisio García Fuentes y las vías del ferrocarril (hoy bulevar Francisco Coss). La Harvester, como era llamada por los empleados, comenzó a producir el 5 de marzo de 1947, al momento de la inauguración ya se habían elaborado más de 300 arados, igual número de gradas de discos y mil cultivadoras, un total de 159 toneladas de maquinaria agrícola especialmente diseñada para las necesidades de la agricultura mexicana.
La empresa contaba con un cuerpo de bomberos, carros-bombas y demás equipo contra incendios, siempre listo para el auxilio cuando era necesario, ya que la ciudad carecía de equipos y apagafuegos.
En febrero de 1984, los característicos tractores y camiones de color rojo y blanco se tornarían verde con amarillo. Las malas decisiones del corporativo y la falta de capital hicieron que la empresa fuera vendida a su más cercano competidor: John Deere. La Inernational Harvester estuvo en operación poco más de 37 años, formadora de una generación de trabajadores calificados y muchos profesionistas que desarrollaron exitosamente sus carreras.