Insustentabilidad y pobreza
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Insustentabilidad y pobreza
No cabe duda que la crisis ambiental que se vive se debe al modelo civilizatorio capitalista y al sistema de desarrollo dominante. El modelo de reparto de riqueza que impera en la mayoría de los países, ha producido una deformación del conocimiento, generada por la forma en que la sociedad humana ha entendido la realidad, ha concebido el mundo, y lo ha instrumentalizado, por la economía misma que ha favorecido el dominio de los países más fuertes sobre los más débiles y propiciado esta irracionalidad que entendemos como crisis ambiental.
Las consecuencias visibles del deterioro del planeta han hecho que jefes de Estado, científicos y ambientalistas traten de encontrar formas de vivir en armonía con la naturaleza, respetando los derechos de los individuos y los grupos humanos. Las experiencias de la historia han demostrado hasta dónde se puede llegar, si se continúa con el abuso de los sistemas naturales. El caso de los mayas es un ejemplo que nos enseña las consecuencias de abusar de la naturaleza. Siendo una nación poderosa, la ´presencia de sequías prolongadas, una deforestación implacable que ocasiono erosión y pérdida de suelo, fueron suficientes para diezmar y dispersar a los habitantes del Petén.
Los grandes avances de la evolución industrial a lo largo de los últimos 200 años, son ahora seriamente cuestionados, principalmente porque el medio ambiente nunca fue tomado en cuenta y en la actualidad no lo suficiente. Se creía que el cielo era tan inmenso y claro que nada podría cambiar su color; que nuestros ríos eran tan grandes y sus aguas tan caudalosas que ninguna actividad humana podría cambiar su calidad; y que había tal abundancia de árboles y de bosques que nunca terminaríamos con ellos; después de todo, vuelven a crecer. Hoy en día sabemos más—o creemos saber-- del equilibrio de la naturaleza y de la capacidad de carga de los ecosistemas. Porque el ritmo alarmante con el que se está despojando la superficie de la Tierra, indica que muy pronto ya no tendremos ni árboles; ni ríos, ni mares, limpios, con las consecuencias fatales para la vida en el planeta.
El contenido esencial del desarrollo sustentable se refiere a un proceso que permita la superación de la pobreza actual, de tal forma que en el futuro sigan existiendo las condiciones naturales requeridas para mantener una calidad de vida adecuada para la población. El problema que presenta el desarrollo sustentable es la manera de llevarse a cabo: Hay que resolver viejos problemas del desarrollo, con nuevas condicionantes que hacen más compleja la tarea.
Nuestras autoridades promueven planes de desarrollo con el inmediatismo de la sociedad actual. Con miras cortas, planes y proyectos para beneficio de propios y amigos.
¡Saltillo no puede más!
El valle y zona sureste del estado están ya por encima de su capacidad de carga. Principalmente, porque no tenemos agua superficial a menos de 500 kilómetros de distancia; tampoco agua profunda de buena calidad, aunque algunos-como Manolo Jiménez, Óscar Pimentel y Jordi Bosch - gerente de Agsal- se empeñen en engañarnos con espejismos de agua en abundancia, negando el derecho de hablar y participar a la ciudadanía consiente, participativa y con conocimientos, de manera que aporten no solo su capacidad técnica, sino el sentir de las comunidades involucradas.
Siguiendo el planteamiento de los magos del engaño, existen dos escenarios: El primero, que tengan razón. Resultado: Saltillo tendrá agua para seguir creciendo y convertirse en una ciudad de 2 millones de habitantes o más, con las consecuencias correspondientes. Se construirá un acueducto con cargo a los saltillenses, para traer el agua con un costo de alrededor de 3 mmdp. Agsal renovara el contrato por otros 25 años y nos seguirá explotando abusando de los usuarios del servicio, principalmente de los más humildes, violando la Constitución Federal y la estatal, el contrato de asociación, el de asistencia técnica y el reglamento municipal, tal como la han hecho durante 18 años. El segundo, que el abatimiento de los niveles freáticos en el acuífero Saltillo Sur (y en los acuíferos vecinos) se acelere; que el agua sea de mala calidad y, no sólo Aguas de Saltillo, sino todos los que extraen agua de este acuífero y de los acuíferos vecinos tendrán necesidad de aplicar tratamientos muy costosos para poder utilizarla y nos quedaremos con la deuda del acueducto que se construyó. Y ¿qué pasará con los españoles si la gestión del agua deja de ser negocio en nuestra ciudad? Agarran sus cachivaches y se van, sin ninguna responsabilidad.
Parte de este texto está tomado de mi libro: La Sustentabilidad en las Instituciones de Educación Superior: Una Visión Holística. Se puede obtener gratuitamente en la liga de internet https://es.scribd.com/document/143072087/La-Sustentabilidad-en-Las-Insti....