Piedras Negras, Coah. 18 de febrero. - Gran parte de la inseguridad que existe en Coahuila y en México se ha generado desde los centros penitenciarios y los gobiernos no quieren atender de manera correcta este foco rojo latente, aseguro el penalista Reyes Flores Hurtado.

Tras la evaluación al desempeño del Sistema Nacional Penitenciario en México, donde la Auditoria Superior de la Federación, que señala que las políticas de reinserción social no están funcionando, criticó que a los gobiernos no les interesa atender esta situación, porque quienes están recluidos en los centros de reinserción social, no votan.

Subrayó que los abusos internos o de la propia autoridad que se dan en los centros penitenciarios es preocupante, ya que estos lugares se tornan en escuelas de crimen para quienes ahí están para regenerarse y reintegrarse a la sociedad.

La gran preocupación, indicó que debe ser el cuestionarse sobre cómo el delincuente saldrá del centro penitenciario, como un delincuente corregido y aumentado.

“Con mucho resentimiento y va a salir a hacerle daño a alguien como sucede constantemente”, apuntó.

Ejemplos tan recientes como el Topo Chico en Nuevo León, donde dos grupos criminales realizaron una masacre al enfrentarse dentro del centro penitenciario, da cuenta de la gravedad de la situación en estos lugares, algo que no es privativo solo de ese estado, ya que se presenta en Coahuila y todo el país.

Señaló que ni en Coahuila, ni en el país, los centros penitenciarios no se consideran dentro del Plan de Seguridad como una forma de combatir a la delincuencia, ni la inseguridad pública.

Recordó situaciones como la de La Laguna, donde los reos salían de noche a asesinar gente con armas oficiales y regresaban posteriormente al penal, la situación deleznable en Piedras Negras donde dijo que se tuvieron que fugar una gran cantidad de internos para que se dieran cuenta que en el penal se estaba asesinando gente.

El penalista, subrayó que entre las estrategias que se deben de enfatizar para evitar todo esto, es que se debe forzar a que se apliquen programas de readaptación verdadera a los internos, además de poner atención a familias de los mismos, para evitar se propague el daño social al involucrar incluso a niños aun sistema de delincuencia.