Sumido en el llanto y la desesperación acabó Alessandro, de 8 años, quien al jugar en las escaleras de una funeraria en Abasolo y Pedro Aranda, se quedó atorado entre las barandas.

Minutos antes de las 10:00 horas, el menor se encontraba con Yuniva, su madre en las capillas Martínez en un velorio de un familiar.

El menor, quien ya se había aburrido de estar en la funeraria, decidió salir a jugar y al ver unas barandas de concreto que bajaban en una especie de caracol, decidió deslizarse por ellas.   

Pero en ese juego que se veía tan inocente había un riesgo, pues Alessandro no se dio cuenta que a un lado del barandal había un pasamanos y al ir descendiendo su rodilla se metió entre el pasa manos y las barandas, quedando atorado.  

Amigos y familiares trataron de sacarlo y fue así que con ayuda de dos reporteros presentes en el lugar lograron mover el tubo del pasamanos y los socorristas sacaron la pierna del menor.

El pequeño fue valorado en el interior de la ambulancia y al no tener lesión de consideración se regresó de la mano de su madre a las capillas, asustado por ya no poder jugar más.