Definida como la implementación de un producto nuevo o significativamente mejorado, la innovación es también el proceso mediante el cual una idea o invento producen ganancias económicas. La innovación hoy forma parte de nuestra vida diaria y toca temas no sólo económicos sino sociales, pues se utiliza para encontrar nuevas fórmulas que resuelvan viejos problemas y modificar viejas soluciones. Al final la innovación tiene un objetivo común: La aplicación de la imaginación, la ciencia y la tecnología potenciando el crecimiento económico sostenible y la reducción de las desigualdades sociales.

El año pasado, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual publicó la octava edición del Índice Mundial de Innovación. Este índice analiza las economías de 141 países y toma en cuenta 79 indicadores de un rango amplio de temas pero que se enfocan en cinco elementos. 

El estudio se realizó tomando en cuenta cinco elementos: Instituciones, Capital Humano e Investigación, Infraestructura, Desarrollo de los Mercados y Desarrollo Empresarial.

A pesar de lo que usualmente se cree, la inversión en ciencia y tecnología y sus niveles de investigación y desarrollo no lo son todo pues el estudio también evalúa la capacidad de interacción entre los participantes en la innovación, esto es las empresas, el sector público, el sector académico y la sociedad.

El Índice Mundial de Innovación deja atrás medidas tradicionales tales como el número de artículos de investigación y el gasto en investigación y desarrollo. Steve Jobs el genio creador de Mac, afirmaba que la Innovación tenía poco que ver con la inversión en Investigación y Desarrollo, pues en los inicios de Apple, su competidor IBM gastaba al menos 100 veces más.

En el Índice Mundial de Innovación 2015 es encabezado por Suiza, Reino Unido, Países Bajos y los Estados Unidos de América, que ocupan los primeros puestos, apareciendo también nuevos innovadores de éxito, como se demuestra en la variedad de naciones que figuran en los 20 primeros puestos y que lo están haciendo bien: economías en auge, como Malta y Estonia y un poco más abajo en la tabla Chipre, Latvia, Bulgaria y Serbia.

El informe señala tres grupos de países: los líderes en innovación, los aprendices en innovación y los de bajo rendimiento en innovación. México que ocupa el sitio 57, ha mejorado 22 lugares respecto al año 2012, aunque aun es superado por otros de América Latina como Chile y Costa Rica.

Entre las fortalezas identificadas para nuestro País se señalan el ambiente de negocios, el porcentaje de graduados en ciencia e ingeniería, los servicios públicos en línea, actividades de e-gobierno, así como la absorción de tecnología y la exportación de alta tecnología. En las debilidades se señalan nuestra inestabilidad política, la baja preparación en educación superior, la falta de acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicaciones, la falta de crédito al sector privado, fallas en el impacto del conocimiento interno y una débil creatividad en productos y servicios.

Este índice podría servir para el debate de la política económica nacional en donde la innovación debería ser parte fundamental y buscar incrementar los recursos públicos y privados destinados a la ciencia y la tecnología pero también para aumentar la capacidad de patentar y la vinculación entre el sector científico tecnológico con el económico.

Los descubrimientos científicos y los grandes avances tecnológicos deben estar al servicio de la sociedad, mejorando su calidad de vida a través de una mejor salud, un medio ambiente más sano y nuevos productos y servicios de valor agregado que generen riqueza y desarrollo.  

Y es que es posible zanjar las diferencias entre dos concepciones: investigación y desarrollo e invención. De la primera se aseguraba que la ciencia transformaba el dinero en conocimiento, y de la segunda que la innovación convierte el conocimiento en dinero, en empleos. 

Al final, creo que la innovación, la ciencia y la tecnología y el ingenio de una gran nación como la nuestra deben ser la base para construir una economía y una sociedad que base su desarrollo económico y social en el conocimiento.

@marcosduran