Quienes conocían a Santiago Mata Aguilar, joven que se quitara la vida al interior del ex museo “El Giroscopio”, platicaron con tristeza que fueron una serie de malas decisiones las que lo llevaron a hundirse en un torbellino de problemas.

Nadie entendía bien como el joven de 30 años, quien se desempeñó como cocinero en varios negocios de la ciudad, terminó siendo un vago que pernoctaba en el lugar abandonado que luego se transformaría en su tumba.

Sin embargo, hay otros que sugieren que su declive se debió a las malas compañías con las que empezó a rodearse a raíz de una novia que tuvo, la cual lo fue llevando al mundo de las drogas, hasta perder todo lo que tenía.

Pidiendo el anonimato, sus amigos explicaron que “Santi” tenía muchos problemas a raíz de los narcóticos, e incluso en algún momento de su vida estuvo metido en problemas por venta de estupefacientes.

El cuerpo de Santiago fue localizado por elementos de la Policía Municipal al interior del Giroscopio, ubicado en Venustiano Carranza y Chiapas, de la colonia República Oriente, la tarde del lunes.