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Inició la era jurásica en Saltillo
En el momento preciso en el que el silbatazo del árbitro sonó, el estruendo fue unísono: “¡Dinos de Saltillo, Campeones Nacionales!” se escuchó en el sonido local, en la radio, en la televisión y en todos los rincones de México. Por vez primera en la historia de la capital coahuilense un equipo profesional de cualquier deporte levantaba la copa de Campeón.
Era el equipo de futbol americano Dinosaurios de Saltillo cuya leyenda nacía ese 14 de julio de 1996 sobre la grama del Estadio Olímpico de la Ciudad Deportiva.
Una epopeya deportiva que a 20 años de distancia dejó escrita la página más gloriosa del deporte de las tackleadas en nuestra entidad, por el más grande equipo de esta disciplina que ha habido en la capital coahuilense.
El triunfo se produce sobre los Caballeros Rojos que comandaba en el mariscal de campo Edgar Zapata por marcador de 29 puntos a 28 y fallando el equipo visitante un gol de campo de 21 yardas a menos de dos minutos de concluir el partido. 6 mil 500 aficionados apoyaron al equipo de Saltillo.
Así se formó la Organización
Para el mejor equipo, el mejor coach. Habían pasado más de dos meses buscando al entrenador en jefe para el equipo en formación: Dinos. Entrevistas con personas de renombre y antes de tomar la gran decisión sucedió que la tarde del lunes 28 de febrero pasé a saludar a su oficina al coach Frank González a quien le pedí referencias de entrenadores de la Conferencia Metropolitana de la liga mayor estudiantil.
Mientras platicábamos sobre algunos de ellos le pregunté: “Y usted coach, ¿no le gustaría ser el coach de Saltillo?”. La pregunta le sorprendió y de ahí comenzó una plática sobre el entramado de la organización deportiva que estaba naciendo, sobre las personas que la conformaban y el reto que significaba a nivel regional (no hay que olvidar que los Cerveceros eran dirigidos por el coach Mike Cervantes) y a nivel nacional. También se plantearon los apoyos y alcances del proyecto.
Finalmente aceptó y desde su propio teléfono se hizo la llamada al licenciado Carlos Ayala, entonces representante del gobierno de Coahuila en el Distrito Federal, quien no daba crédito a que el actual headcoach del equipo bicampeón de la liga mayor podía ser el entrenador, solo restaba que él (Ayala) y Frank cerraran la negociación, misma que se pactó para un día después en un restaurante de la ciudad de Monterrey.
La reunión que definió el rumbo del futbol americano de Saltillo
La historia del futbol americano local es una antes de los Dinosaurios y otra muy diferente tras la influencia de este equipo y su organización. La tarde del martes 29 de febrero de 1995 en la mesa de un conocido restaurante de la capital de Nuevo León se gestó el fenómeno social en que se convirtieron los Dinosaurios de Saltillo.
A la reunión de Carlos Ayala, Frank González y un servidor se sumó la del ingeniero Cayetano Garza.
Ahí estaban en la mesa dos de los más grandes entrenadores que ha tenido en su historia este deporte en México y uno de los más brillantes promotores del futbol americano. La pregunta la hizo el ingeniero Cayetano Garza, “¿Qué tipo de equipo quieres Carlos. Uno que solo participe, un equipo de media tabla o un equipo campeón?”, “Obviamente Campeón”, replicó Ayala. “Muy bien, eso cuesta y cuesta mucho”, fue la respuesta.
“¿Y con qué tipo de jugadores me garantizan el campeonato?” preguntó Ayala Y ahí, sobre una servilleta, entre el coach Frank González y Cayetano Garza armaron una lista de 11 jugadores ofensivos y 11 jugadores defensivos, todos ellos estelares que habían pertenecido a los tigres y a los borregos.
“Tenemos 110 muchachos de Saltillo entrenando desde hace dos meses”, sugirió Ayala. “Tendrán su oportunidad, a lo mejor algunos se cuelan como titulares, pero con estos jugadores tu equipo estará en la final y con muchas posibilidades de ganar”, le respondió Cayetano Garza. Luego el coach Frank añadió: “necesito llevarme a mis coordinadores ofensivo y defensivo. Podemos trabajar con coaches de Saltillo, pero necesito a mis coordinadores”.
Se acordaron ahí las responsabilidades: Ayala presidente, Garza vicepresidente y asesor del headcoach Frank González. Pérez Ocampo director ejecutivo y manejo de medios de comunicación, de esa forma quedó integrado el primer equipo de trabajo de los Dinos.
La invitación a los jugadores de acuerdo a listas proporcionadas por Frank y Garza se haría vía telefónica desde una oficina y con el mayor profesionalismo, en el que se dejaba en claro al prospecto que la Organización Dinosaurios lo estaba invitando a firmar un contrato para formar parte del equipo que competiría en el próximo torneo Másters.
El Fenómeno social y Deportivo
Los Dinos lograron unir a una ciudad en torno a sus colores, los colores que le dieron una nueva identidad a la capital: el azul aqua, el blanco y el negro. La integración del equipo era un mosaico nacional con muchachos de casi 17 estados de la República y de las instituciones educativas más representativas del noreste: ITESM, UANL, UAC, UAAAN y el ITS.
La gente de Saltillo se volcó en el apoyo al equipo, los niños aparecían al final de los juegos con álbumes completos de fotografías para pedir autógrafos a los jugadores. Los patrocinios fluyeron y con ellos se podían adquirir espacios publicitarios en prensa escrita, radio y televisión.
Páginas completas de los periódicos registraban las incidencias de los partidos, dos programas de radio semanales y un programa especial de 1 hora en televisión, la trasnmisión de los encuentros hizo del equipo de los Dinos una imagen vinculada con la excelencia deportiva.
Se consolidó un equipo de trabajo más amplio en el que se fueron sumando gente como Moisés Hernández, Juan Manuel Arenas, Efraín Bazaldúa, Santiago Zubieta, entre otros, que fueron un decidido apoyo en la consecución de los objetivos trazados.
Desfiles en la ciudad y concursos de botargas se le sumaba al baile del Dino que ejecutaba Alfredo Prado a cada captura, la Dino-boda de Carlos Alvarado en el terreno de juego, firma de autógrafos de los jugadores en establecimientos, son de las cosas que más se recuerdan de aquella temporada.
Las Caravanas Jurásicas acompañando una gran cantidad de autobuses repletos de aficionados, así como un desfile de carros enfilados al impactante clásico en la ciudad de Monterrey, en donde los Dinos enfrentaron a los Cerveceros, con una de sus mejores entradas registradas en el estadio Tecnológico. Y lo más importante, los saltillenses retornando a la capital sarapera con el pendón de la victoria.
La participación en el staff de entrenadores de Frank González de coaches de los equipos estudiantiles locales tuvo una gran repercusión, pues fue una capacitación constante de dos años y los resultados saltaron a la vista inmediatamente después, cuando los equipos locales comenzaron a obtener triunfos de corte nacional como nunca antes había acontecido.
Entre esos coaches podemos citar a Jorge Castro o Agustín García, con los respectivos asistentes de sus instituciones. Por la Narro también participaba el Ing. García Lanz.
El nivel de juego de varios de los equipos visitantes era de primera, con jugadores como José Antonio Moreno, el máximo ganador de yardas en la ONEFA, el propio Edgar Zapata, Alejandro Morales de los Reales.
El grupo de las vacas locas de los Caballeros Rojos y una sinfín de luminarias del máximo nivel del futbol estudiantil de México. Y el equipo de casa los enfrentó con dignidad y saliendo con banderas desplegadas casi siempre.
Jugadores irrepetibles
Y si el staff administrativo y de entrenadores fue de primer nivel, el grupo de jugadores que vistieron los arreos de los Dinosaurios se puede decir que serán irrepetibles.
El mejor quarterback de México en ese momento Jaime Urquidi, de Ciudad Juárez, Chihuahua, fue el comandante de la escuadra saltillense, que demostró tener un brazo privilegiado.
Receptores de la talla de Benjamín Corripio o Martín Calvillo eran los mejores hombres a la ofensiva, también se recuerda a Abel Montante, Ramón Rocamontes, Marco Flores y Fernando Moroleón.
Y qué decir de los espectaculares Eduardo “Sonrisas” Martínez y Aquiles Leija, un par de corredores que no conocía límites. Y cuando la yarda era dura y ruda, ahí aparecía el expresso de Nuevo León: Treviño Chitoy.
Martín Valerio, César Chapa y Daniel Rodríguez Padrón completaban el grupo de corredores.
De la línea ofensiva se recuerda al centro, el hombre de Congregación Rodríguez, Coahuila: Erasmo Maldonado. Lo complementaban Alfredo Paz, Jorge Pagaza, Miguel Ramírez, Ramón Ramos y Gerardito Aguilar.
Y en la defensiva brillaban con luz propia Alfredo Prado, al igual que los hermanos Julio y Carlos Martell, Carlos Torres, Guayo López, Jesús Peña, Gabriel Lozano, Julio Peña, Javier Lozano, Victor Balderas, Ernesto Prado, Silverio Pérez, Mauricio Márquez, César Trimmer, Asención Martínez, Ricardo Rivas y el pateador efectivo Alberto Vázquez.
1996 El año
Si en 1995 el subcampeonato fue amargo, la victoria de 1996 fue la miel más grata para quienes siguieron a los Dinos con la lealtad y el respeto que los mismos protagonistas se ganaron jugando un futbol alegre, vistoso.
Con jugadores del máximo talento nacional en ese momento sumado a un headcoach que dejó ver su lado humano al dirigir a un equipo en tierra sarapera tras ser autor del bicampeonato nacional de la ONEFA.
Dinosaurios fue el motivo por varios meses de la agenda deportiva en los medios de comunicación local, pero en el país también era reconocido por la potencia deportiva que Saltillo formó.
La vara que este equipo dejó un 14 de julio de 1996 en el Estadio Olímpico de la Ciudad Deportiva ahí está, se encuentra muy alta, para quien decida superarla sepa de qué tamaño es el reto.
Inicia una nueva era de Dinos en Saltillo
Será a mediados del mes de febrero de 2017 cuando Dinos comience su historia dentro de la Liga de Futbol Americano Profesional (LFA), luego de que se autorizó la la expansión de 4 a 6 equipos con la llegada de Fundidores de Monterrey y el regreso de los Dinos de Saltillo.
De hecho el equipo de Saltillo se encuentra realizando Try Outs para captar talento de la región.