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Inicia el juicio que sienta a la infanta Cristina en el banquillo
El juicio por corrupción que sienta en el banquillo de los acusados a Cristina de Borbón, hermana del rey Felipe VI de España, y a su marido, Iñaki Urdangarin, arrancó hoy en Palma de Mallorca en medio de gran expectación mediática y social.
La cita es histórica: es la primera vez que un miembro de la Casa Real española tiene que responder ante la Justicia.
El llamado "caso Nóos", con 18 acusados por corrupción, hizo tambalear los cimientos de la monarquía y contribuyó decisivamente a la abdicación del rey Juan Carlos I en su hijo hace año y medio.
La infanta Cristina, de 50 años, y su marido, de 47, llegaron juntos en un automóvil al lugar del juicio una hora antes de su inicio y se sentaron con semblante serio y demacrados en la tercera y última fila del banquillo, separados entre sí por tres acusados.
La hermana del rey Felipe está acusada de ser cooperadora de dos delitos fiscales de su marido, protagonista de un entramado que consiguió presuntamente suculentos contratos de administraciones públicas aprovechando su condición de yerno del monarca.
El caso toma el nombre de la organización al frente de la cual lo hizo, el Instituto Nóos, vinculado al mundo el deporte y que desvió más de seis millones de euros de dinero público apoyado sobre un entramado empresarial.
El ex jugador de balonmano se enfrenta a una petición del fiscal de 19 años y medio de cárcel. La acusación popular pide ocho para su mujer. El fiscal no la acusa y basándose en ello, su defensa trata de que sea eximida de juicio. Para ello esgrimirá la "doctrina Botín", que estipula que nadie puede ser juzgado por delitos fiscales si no lo acusan la Fiscalía ni la Abogacía del Estado.
La exoneración de la infanta causaría irritación. "Creemos que sería un verdadero escándalo que Doña Cristina no tuviera que sentarse en el banquillo", consideró hoy el diario "El Mundo".
La primera sesión del juicio, que se extenderá previsiblemente hasta junio, está dedicada a solventar cuestiones previas como esta y los acusados no tomarán la palabra. Las vistas se reanudarán el 9 de febrero, fecha antes de la cual el tribunal debe decidir si deja a la infanta fuera del proceso.
El juicio muestra que "la Justicia funciona y todos estamos sometidos a la ley y al derecho sin que ninguna diferencia de carácter social, económico, de origen personal genere ningún espacio de impunidad", dijo el ministro de Justicia, Rafael Catalá.
Ante su magnitud, con 18 acusados, numerosos abogados defensores y unos 600 periodistas acreditados, la Audiencia Provincial de las Islas Baleares lo trasladó a una escuela de administración pública en un polígono del extrarradio de la ciudad de Palma. El tribunal está formado por tres magistradas con experiencia en casos de corrupción.